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La cuenca del río Combeima: una amenaza permanente para Ibagué

La cuenca del río Combeima: una amenaza permanente para Ibagué

Por: Humberto Leyton 


En la noche del 29 de junio de 1959, cuando Ibagué celebraba oficialmente su primer Festival Folclórico Colombiano, y la gente bailaba y bebía desenfrenadamente en sus calles, especialmente la carrera tercera; el río de los ibaguereños con su avalancha, causaba la tragedia más recordada en la historia contemporánea del Combeima, dejaba un saldo no precisado, hasta hoy, de muertos. Unos hablan de 120, otros de 150, y hasta de más de 300. 

Desde esta fecha, las víctimas y damnificados se han contado por decenas, lo mismo que por millones de pesos, las pérdidas materiales en animales, cultivos, enseres y edificaciones en cada creciente fuerte del afluente que se puede medir en el tiempo por lustros o décadas. 

El contar o registrar esta noticia se ha vuelto recurrente, y ahora con el cambio climático con más frecuencia.

Esta historia está íntimamente ligada al suministro de agua de Ibagué, es decir a su propia subsistencia; una población que día a día crece y que pasa de unas 120-150 mil personas  en 1959, a cerca de 600 mil en la actualidad (2021), que desde entonces viven la misma tragedia con cambios obvios de actores y protagonistas. 

Miguel Gordillo, un conocido líder social y político de la ciudad, al hacer referencia a su infancia: años 40-50 del siglo pasado, dice que en aquella época el acueducto se surtía de la quebrada Cay, porque la bocatoma del Combeima no existía, pero que: “De todas maneras, cuando hacía sol el agua la suspendían porque se secaba la quebrada y cuando llovía lo mismo por la alta turbidez”. 

Y el dirigente agrega que “Este problema siempre ha existido, y la causa es una sola: la corrupción. Nunca ninguna administración, del partido o movimiento que sea, ha tomado con seriedad la solución de este problema. Se han gastado toda la plata del  mundo en el acueducto y el problema sigue casi igual. El acueducto y la cuenca del río Combeima, se ha convertido en la caja menor de los corruptos”, indica Gordillo.

Pero además de estas denuncias, que también son reiterativas, se agrega la desidía e incapacidad de algunas administraciones para solucionar el problema. 

Características de la cuenca Combeima 

Según estudios de la Facultad de Ingeniería Forestal de la Universidad del Tolima, “el Cañón del Combeima es un sector de alta vulnerabilidad por su formación geológica y topográfica, y zona de altas pendientes.”

Este alto riesgo se presenta por la alta pendiente que comienza en los 700 metros sobre el nivel del mar en su desembocadura en el río Cuello y termina en los 5.200 en su nacimiento en el nevado del Tolima, y que se conoce como la "gran cuenca del río Coello". 

La cuenca del Combeima está  integrada por 18 microcuencas que en época de lluvias pueden crecer súbitamente, descargando agua, lodo, piedras y escombros sobre el afluente de 57 kilómetros de longitud y un área de 27.421 hectáreas, donde están expuestas poblaciones como el corregimiento de Villarrestrepo y las veredas Pastales, Juntas y Llanitos, entre otras, en la zona rural, pero existen una serie de barrios en la parte urbana de Ibagué como La Vega, Libertador, Baltazar, Combeima, Yuldaima, Industrial, San José y El Bosque, entre otros, donde, en su conjunto,  habitan cerca de 80 mil personas.

Debido al alto riego y la inestabilidad que representa la cuenca del río Combeima, los estudios que se han realizado, incluyendo los geológicos, han recomendado a las administraciones municipales la reubicación de la población por el peligro que afrontan.

 Recordamos que hace más de 30 años, el ingeniero Everardo Pinzón, en su condición de gerente de Ingeominas, con responsabilidad y asumiendo las críticas que eso le representaba, reveló los resultados de uno de los primeros estudios que señalaban que la población del cañón del Combeima debía ser trasladada por los riesgos permanentes que corren. 

Infortunadamente, hasta el momento, ha sucedido todo lo contrario, la cuenca se ha sobrepoblado más y más, se han construido grandes moles, restaurantes, hoteles, casas y sitios de recreo y vacaciones, parqueaderos, marraneras y, en fin, un proceso de urbanización con todo tipo de actividad humana y social que depreda despiadadamente la naturaleza. 

El Conpes 3570

La situación del cañón del Combeima es tan grave y delicada, que en el 2009, se estableció un Documento Conpes (No. 3570) “Estrategias de mitigación del riesgo en la cuenca del río Combeima para garantizar el abastecimiento de agua en la ciudad de Ibagué”, que concluyó en el 2019, y generó la estructuración de varias inversiones entre las cuales estaba como punto clave la contratación y formulación del "Estudio  de Amenaza, Vulnerabilidad y Riesgo de la Cuenca del río Combeima" en área urbana y rural.

Dicho estudio se entregó formalmente a la Alcaldía de Ibagué dejando clara una herramienta con: 1º-. Caracterización detallada geotécnica de la zona con análisis hidráulicos de las 17 microcuencas de Combeima;  2º-. Cartografía a escala 1:10.000 de la zona con buen nivel de detalle;  3º- Mapas de riesgo por vulnerabilidad;  4º-. Mapas por Amenaza de remoción en masa de la zona; 5º-. Mapas de inundación y torrencialidad del río;  6º-. Imágenes actualizadas con tecnología "Lansar" y análisis y priorización de manejo de la cuenca, entre otros temas.   

Ese instrumento le permite al municipio verificar los cambios por  cobertura o intervención de los pobladores (asentamientos).  La pregunta es sencilla: ¿ese instrumento lo está utilizando Planeación Municipal y Espacio Público para controlar la intervención irregular de la cuenca?

Lo único que se sabe, al menos de la administración del alcalde Andrés Hurtado, son las cínicas palabras de solidaridad y consuelo que le envía desde Europa, donde se encuentra en vacaciones, a los nuevos damnificados del río Combeima.

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