Opinión

¿Qué es la inteligencia emocional?

¿Qué es la inteligencia emocional?

Por Juan Bautista Pasten G.


Daniel Goleman – psicólogo, periodista y filósofo estadounidense – escribió, en 1995, el libro “La inteligencia emocional”, generando cambios substanciales respecto al concepto de Inteligencia predominante hasta ese momento, vale decir, la Inteligencia Intelectual.

Para insertarnos en el tema es necesario hacer 2 interrogantes fundamentales:

  1. ¿Lo que llamamos, habitualmente, “inteligencia”, asegura el éxito y el bienestar en la vida?
  2. ¿Por qué algunas personas con elevado cociente intelectual (CI), tienen dificultades en la vida personal y laboral, en cambio, otras personas, con cociente intelectual moderado, se desempeñan sorprendentemente bien?

Goleman señala que la diferencia está en el conjunto de habilidades que denomina “Inteligencia emocional” que considera, por una parte, el autoconocimiento, el autodominio y la capacidad de motivarse a sí mismo (a); por otra parte, el reconocimiento de las emociones de otras personas, junto al manejo adecuado de las relaciones sociales.

La Inteligencia emocional, entonces, es la capacidad para identificar, entender y manejar las emociones adecuadamente, de manera que facilite las relaciones con quienes le rodean, la consecución de metas y objetivos, además del manejo del estrés y la superación de obstáculos.

¿Cómo desarrollar la Inteligencia Emocional?

Goleman propone algunas claves para propiciar y potenciar esta inteligencia, ellas son las siguientes:

  1. Autoconocimiento o consciencia de uno mismo, es decir, reconocer nuestras emociones en el momento “en que están ocurriendo”, por ejemplo, aquello que nos alegra o enoja.
  2. Autodominio o control de las emociones, está basada en la anterior. Es la habilidad de serenarse, de liberarse de la irritabilidad, la ansiedad y la melancolía excesivas. Por cierto, es una forma de prever las consecuencias del fracaso y las desilusiones.
  3. Autoestima, la potencialidad de sentirse y saberse importante, el aprecio permanente por la persona propia, independientemente de los factores externos.
  4. Automotivación, poner las emociones al servicio del fortalecimiento, la evolución y la creatividad. Estar motivados fortalece la constancia, la perseverancia, el optimismo, la asertividad y la autonomía.
  5. Empatía o reconocimiento de las emociones ajenas, se la considera una cualidad fundamental de las personas para interactuar adecuadamente con el entorno social.
  6. Manejo de las relaciones sociales, es la idoneidad de comprender, direccionar e, incluso, controlar las emociones de quienes le circundan. Es la habilidad que permite relacionarnos con otras personas, posibilita el reconocimiento externo, la eficacia interpersonal y asumir posiciones de liderazgo.
  7. La resiliencia, es la capacidad para enfrentar todo tipo de acontecimientos – tanto positivos como negativos -, salir fortalecidos de las adversidades y darle sentido trascendente a la existencia.

Por nuestra parte, consideramos imprescindible propiciar la Educación Integral, que inste a la unidad de la emocionalidad con la intelectualidad, la cual generará seres humanos conscientes y aptos para vivir realmente en comunidad, en la cual el sustrato sea el Amor, el Ingenio y la Creatividad.

 “No permitas que el ruido de las opiniones ajenas silencie tu voz interior y, lo que es más importante, ten la valentía de hacer lo que dicten tu corazón y tu intuición. De algún modo, ya sabes aquello en lo que quieres realmente convertirte”. D. Goleman

Docencia e investigación en filosofía

Universidad de Chile

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