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Ibagué en pavorosa dejadez

Ibagué en pavorosa dejadez

En la carrera 5 con calle 29, lugar céntrico de la ciudad, se encuentran dos vallas-avisos que en algún momento sirvieron para orientar a los visitantes. Hoy, son el reflejo de la desidia oficial. (ver fotos).



Esas dos vallas desteñidas muestran a una Ibagué sombría, que se hunde en la pesadumbre. La maleza consume sin contemplación los separadores de la mayor parte de las avenidas, no hay ornato, a la mayoría de los barrios se les acabaron las vías, la gente no tiene por dónde transitar. El IBAL hace las reparaciones, deja destapados los huecos y las zanjas. Hoy, los moradores de muchos barrios de Ibagué viven el más espantoso suplicio.

Para colmo de males, los dos parques emblemáticos de la ciudad, la ‘Plaza de Bolívar’ y el ‘Parque Murillo Toro’, por el uso que hoy se les da, dejaron de ser sitios representativos de Ibagué. El pasado domingo 8 de mayo, el Parque Murillo Toro estuvo destinado a una exhibición automotriz. Camiones. ¿A quién se le ocurrió que este lugar es para desarrollar este tipo de eventos?.

Varias personas que se comunicaron con El Cronista.co expresaron su contrariedad, no entendían cómo otorgaban un permiso de esa naturaleza. Alguien de las personas inconformes con este abuso, enviaron fotografías donde señalan el daño causado a las gradas del parque y advertían que esas averías aumentarían a la hora del retiro de los camiones. (ver foto).

Y como en la ciudad habita el desbarajuste, entonces la movilidad se torna anárquica, la intolerancia de conductores aflora, cada quién se cree dueño de la vía, pocos tienen la gentileza de ceder el paso, de respetar el peatón, los conductores de busetas se vuelven amos y señores de las vías.

Será que toda esta desazón se presenta por la simple percepción de que la ciudad pareciera estar huérfana de Alcalde? ...y que como no hay Alcalde, pues cada quien  hace lo que la gana se le antoje.

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