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¿El arzobispo Roa Barbosa, el nuevo Torquemada?

¿El arzobispo Roa Barbosa, el nuevo Torquemada?
El periodo medieval de la iglesia Católica se consideraba superado hace varios siglos. Esa oscura etapa que arrastra una historia negra con Fray Tomás de Torquemada, cuando encabezó el criminal  Tribunal de la Santa Inquisición, donde fueron a la hoguera más de tres mil personas acusadas de brujería. Por la misma línea, y más adelante, fueron perseguidos por herejía sabios y cintíficos como:Isaac Newton, Galileo Galilei y Charles Darwin, entre otros, quienes sufrieron los castigos de una iglesia oscurantista retrograda al extremo.
 
Nos asalta el temor que las declaraciones del arzobispo de Ibagué, Orlando Roa Barbosa, al afirmar que: "Hay un signo que hay que quitar, es un indio que he visto aquí. No sé qué mensaje hayan querido dar al poner ese indio ahí”. Además de peyorativas, discriminatorias y excluyentes, son propias de una persona que pareciera no tiene el mínimo conocimiento de la historia de nuestro país, mucho menos de la cosmovisión indígena.
 
Sus afirmaciones contra una figura que identificaba a una discoteca que funcionaba en el sector del puente de la variante, que representa al jefe de una tribu, son también desafortunadas, si se tiene en cuenta que el arzobispo, en otras ocasiones, ha incurrido en errores similares, demostrando una desconexión total del mundo actual, incluso de las encíclicas papales y de los predicamentos del Papa Francisco que ya considera que “El infierno no existe; lo que existe es la desaparición de las almas pecadoras"
En estas condiciones, según el Papa, no existe un infierno en el que sufren las almas de los pecadores para toda la eternidad. 
 
Ese oscurantismo de la Edad Media ha desaparecido y la iglesia Católica ya no puede trazar estrategias para mantener a los ciudadanos y a sus files en la ignorancia.
 
 Los tiempos han cambiado, la educación se ha modernizado, la gente sabe leer, escribir y digerir. Tiene sentido crítico de las cosas. Eso no lo debe olvidar el arzobispo de Ibagué, menos que la tutela eclesial sobre el conocimiento hace miles de años dejó de existir.  
 
Tanto las actitudes como las declaraciones que formula en algunos casos el Jefe de la iglesia ibaguereña, no han tenido buen recibo en un amplio sector de los sacerdotes y fieles allegados a las diferentes parroquias, según ha trascendido. Muchos sacerdotes no comulgan con la posiciones inquisidoras del arzobispo Roa Barbosa. 
 
Comentarios que se hacen al interior del clero local, todo parece indicar que se trata de una señora como  la persona que más influye en el prelado, y quien lo aconseja y lo induce a cometer estos descaches como las declaraciones del puente de la variante. Además, se dice que esta persona ejerce también como psicoterapeuta en una de las casas parroquiales de la ciudad de Ibagué, sin tener título que la acredite como tal.
“Ella ejerce más como charlatana”, que como una verdadera profesional, dijo una fuente que pidió reserva de su nombre.  
 
Pero la situación se torna más compleja cuando se trata de responsabilizar de los susidios que allí se han registrado a una figura que representa a un indígena, sin tener en cuenta que estos casos de enfermedad mental deben recibir un tratamiento médico científico y no meramente religioso, mucho menos de suposiciones, como es el caso de Ibagué, donde las autoridades municipales y la iglesia católica, al parecer, consideran que con rezos y oraciones puede desaparecer el suicidio como un fenómeno de la psicología, quizá la más compleja dentro del campo de la medicina que ha llevado a escribir abundante material en libros y estudios, donde ni la literatura es ajena. 
 
Sería bueno que los funcionario de la Alcaldía de Ibagué, encabezados por Andrés Fabián Hurtado, la Secretaria de Salud y el arzobispo Roa Barbosa, leyeran la copiosa literatura que existe en la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre el tema del suicidio y le dieran un tratamiento científico a sus declaraciones sobre este asunto; sin desconocer, que el campo espiritual también puede coadyuvar en los tratamientos que necesitan los pacientes con tendencias suicidas, según sus creencias religiosas. 
 
El hombre conquistó la luna y está programando viajes de turismo a Marte. No es el momento de regresar la historia cinco siglos atrás. 
 
Otro Torquemada es imposible de reencarnar.

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