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¿Y la vacuna para curarnos del virus “sector financiero”?

¿Y la vacuna para curarnos del virus “sector financiero”?

Es claro que antes de la pandemia ocasionada por el COVID-19, ya una gran cantidad de colombianos  padecíamos los dolores de dos de los más temibles virus que azotan a nuestro país, por un lado el inclemente virus de la corrupción que tiene contagiado todos los niveles sociales, económicos y políticos; y por otro lado uno de los peores virus inventados por el hombre fruto de su desbordada ambición, ínfulas de poder, de tener más que el otro, de aparentar y claro, también los que en medio de sus sueños y anhelos se dejan contagiar de este virus que ofrece felicidad inmediata pero que deja la letra diminuta de las consecuencias fuera del alcance de sus víctimas, quienes al firmar aceptan las condiciones, reglas y sometimientos impuestos por el mayor verdugo económico que tiene este país, que con imágenes de rostros amables, publicidad con familias felices, jóvenes estrenando vehículo, parejas cumplimiento su sueño de tener una casa propia y qué decir de sus motivadores slogan “Creando oportunidades”,  “Donde está el ahorrador feliz”, “Gente que le pone el alma” , “el momento de todos”, “Un banco hecho entre dos”,  y otros más, nos cautivan y nos llevan a los tentáculos del virus que ha generado más pobreza en este país, más quiebras y esclavitud, este virus de propiedad de las familias y grupos económicos más poderosos de Colombia, quita y pone presidente a su antojo, tiene el poder de crear impuestos como el 4XMIL y hasta hacernos creer que prestarle dinero a Avianca era para salvar el empleo de miles de colombianos, este virus “sector financiero” es tan cruel y despiadado que ataca lo más sensible de la sociedad y va de casa en casa, de empleo en empleo, de empresa en empresa sin importar que sean ricos o pobres, con diabetes o  viudas o huérfanos o víctimas de la guerra o de la delincuencia común y mucho menos le importo que su virus hermano el COVID-19 nos obligara a frenar toda la economía, que se paseara por las calles causando muertes, quebrando empresas, generando miles de nuevos desempleados.

Hasta el COVID-19 ha mostrado más piedad y benevolencia a no causar dolor a todos sus contagiados y sus efectos fatales son mínimos frente a la gran cantidad de personas que se pueden contagiar; más el virus del sector financiero sin piedad, sin dolor, sin el más mínimo sentido humano aprovecho los estragos de la pandemia y con falsas alivios, endeudando aún más a los colombianos prestándoles dinero para  auto pagarse las cuotas vencidas de los créditos, para tener que pagar interés a los interés, es tan cruel que nunca dejaron de cobrar los honorarios financieros, las cuotas de manejo y hasta la intermediación financiera.

¿Sera que al igual que con el COVID-19 los colombianos tendremos que importar la vacuna para frenar y soñar con acabar con este virus financiero?, será el momento de dar el espacio a otros tipos de créditos como los que ofrecen los bancos virtuales o por ejemplo aprovechar el tan oportuno convenio de créditos firmado por la cámara de comercio de Ibagué con el Banco agrario en donde una tasa más aterrizada a la realidad que estamos viviendo muestra piedad y coherencia.

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