Opinión

Visitas, cárceles y candidatos

Visitas, cárceles y candidatos

Por: Edgardo Ramírez 


A través de la historia, quienes han comandado agrupaciones políticas que aspiran a cambiar el poder, han sufrido trampas, obstáculos, venganzas y hasta asesinatos por parte de quienes desean mantener los privilegios que ofrece la disposición de los bienes de la sociedad.

De otra manera, quienes tienen la finalidad de sostener el poder, utilizan los más bajos instintos y las innobles pasiones para continuar usufructuando los privilegios, gabelas y canonjías que se pretenden modificar bajo nuevas formas de gobierno.

Esas circunstancias opuestas han sido la causa de las disputas territoriales, y guerras económicas y sociales en que se ha visto envuelta la humanidad.

En nuestro país los últimos acontecimientos electorales para la elección del presidente de la República para el periodo 2022-2026, se ha visto un país polarizado, donde las diferencias o afectos hacia los candidatos han llevado a la agresión, los falsos rumores y la propaganda falsa que en nada beneficia el clima de convivencia que debe prevalecer entre los colombianos.

El último escándalo de la presente semana, lo constituye una visita que Juan Fernando Petro, hermano del candidato Gustavo Petro, hizo a una a cárcel en nombre de la Comisión Interclesial  para la cual trabaja, y ese hecho fue tomado por la oposición como una gestión del candidato Petro de presuntamente solicitar a los presos votos a cambio de amnistías o indultos.

La Comisión Interclesial en un comunicado expreso: “En ningún momento y en ninguna circunstancia se habló de ofrecer rebajas de penas, amnistías, indultos o beneficios judiciales por nuestra presencia, ni dineros, ni de votos a favor de una campaña”. 

Tiene lógica la aclaración de la ONG, porque la amnistía y el indulto no son figuras jurídicas al arbitrio de un funcionario por importante que sea, sino tienen regulación legal.

La facultad para la concesión de amnistías reposa en el Congreso de la República, conforme a la Ley y los Acuerdos que están en la Constitución y no como lo digan los candidatos o presidentes electos. Además, la amnistía y el indulto sólo operan por parte del Congreso para delitos políticos y no comunes.

Quienes critican la visita carcelaria buscan réditos electorales ante la ausencia de votos por falta de simpatía de los votantes, y agregan, que  no es un delito jurídico sino un asunto político para continuar un debate que en el fondo no tiene la importancia que se le quiere dar a falta de argumentos  que deben rodear lo debates públicos.  No olvidemos que todo tiene un componente político porque se trata de una apreciación de algo posible. 

Los asuntos políticos tienen base jurídica y la amnistía, se trata de una decisión que involucra una limitación a la aplicación de la ley penal y por ello ninguna otra rama del poder público se halla habilitada para tomarla. 

Se pueden promover los debates que se quieran, porque es un derecho, pero no que sirvan de pretexto para tratar de formar un descrédito inexistente y mostrarse ante la opinión como los heraldos de la moral. 

Se aclara que la amnistía es una institución de carácter general en cuanto se refiere de manera impersonal a las conductas punibles que son objeto de amnistía y sólo procede solamente por delitos políticos.

Y las personas con quienes el hermano de Petro se reunió para finalidades y motivos distintos, son personas vinculadas y condenadas por delitos comunes.

El señor Gustavo Petro no tiene el arte de la prestidigitación para conceder como candidato ni como presidente beneficios que no tiene capacidad de otorgar.

Existe una pregunta: el señor Andrés Pastrana no estuvo en la cárcel reunido con el criminal Popeye?

Los presos que fueron visitados por la ONG donde trabaja el hermano de Petro, ¿acaso no votaron sus seguidores las reelecciones de Uribe y de Santos, apoyaron sus gobiernos en el congreso y son amigos del establecimiento?

Un amplio sector de la opinión nacional considera, que solamente el candidato Petro sea quien lleve la vocería y el compromiso de su partido, para evitar esta clase de infundios.

Y que para los debates en que será moderador Roberto Pombo, solamente participen quienes tengan más del 10% de los votos obtenidos en las consultas. De lo contrario el debate se diluye en diatribas entre quienes no tienen la mínima opción de llegar a la primera ni segunda vuelta presidencial, sino una presentación innecesaria en un debate que debe tener regulaciones y control para que sea oportuno y eficaz.

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