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Los protocolos

Los protocolos

Para el común de los mortales, hasta hace dos meses, la palabra protocolo se asociaba estrictamente al significado contenido en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: “Conjunto de reglas de formalidad que rigen los actos y ceremonias diplomáticos y oficiales” o “Conjunto de reglas de cortesía que se siguen en las relaciones sociales y que han sido establecidas por costumbre”.

Con la llegada del minúsculo pero mortal intruso de oriente, esta palabra se nos volvió común y hoy hace parte de nuestra vida cotidiana, al convertirse en la regla número uno para cuidarnos y salvarnos de ser agredidos por el ya tristemente célebre COVID 19 o corona virus que llaman.

El gobierno nacional en su afán de tratar de conjurar los terribles daños económicos de empresarios y comerciantes en general, generados por la cuarentena obligatoria, y en el momento que la pandemia tiene sus picos más altos en Colombia, ha venido dando vía libre a la reanudación de un cúmulo de actividades, siempre y cuando se cumpla con unos requisitos determinados y se implementen los ‘protocolos’ de bioseguridad establecidos para tal fin y da a las alcaldías las facultades para conceder esos permisos, previa comprobación que los ‘protocolos’, y perdonen la redundancia, estén técnicamente elaborados.

Consultando una experta en el tema, manifiesta que, “Los protocolos de bioseguridad según el establecimiento que sea tienen una norma que los rige, se deben diseñar rutas, crear registros para cada labor, diseñar funciones por áreas, luego de esto vienen las visitas que deben llevar una lista de chequeo, que según el grado de importancia permite o no tener acciones de mejora, luego dan un tiempo para hacerlas, luego se hace otra visita y si no hay mejoras resueltas se determinan hallazgos. Así que un protocolo de bioseguridad es muy importante. Máxime en estos momentos donde no se conoce como ataca el agente infeccioso porque las investigaciones todavía son muy incipientes”.

Sería muy bueno comprobar, hasta donde las administraciones municipales están cumpliendo y exigiendo todos estos requisitos, porque lo que uno puede ver a primera vista es que, salvo las grandes superficies, los bancos, las entidades de salud y algunas   entidades estatales que deben prestar sus servicios por ley; el común de los negocios no está cumpliendo con los parámetros. Con excepción de la utilización del tapabocas, y la regulación en la entrada de las personas a los establecimientos, las demás condiciones de higiene no se cumplen, no se suministra gel, ni alcohol al cliente, las devueltas de las compras se entregan a mano limpia y cada vez más se toman confianza y la atención se hace más laxa. Ni qué decir de la venta ambulante masiva de tapabocas y guantes, sin las más mínimas medidas de higiene. 

Los protocolos de bioseguridad, no pueden ser solo una lista de mercado, son documentos técnicos y acordes a cada actividad. Por favor, revisemos qué protocolos se están aprobando y qué seguimiento se les está dando para su cumplimiento. porque se está jugando con la salud y la vida de toda una comunidad.

Y nosotros como ciudadanos también tenemos un compromiso, con nuestras familias, con nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo, el de ser garantes que esto se cumpla, pero también en cumplir con lo que nos corresponde, nosotros igualmente tenemos protocolos y estamos en la obligación de acatarlos. 

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