Opinión

La obra que da tristeza y vergüenza, y enerva.

La obra que da tristeza y vergüenza, y enerva.

A diez días de dejar su cargo de alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo montó toda una parafernalia para hacer entrega de la restauración del Panóptico de Ibagué. Ese día hubo invitados de lujo. En primera fila estaban ubicados un Viceministro de Cultura y el exFiscal Alfonso Gómez Méndez.

Pero en la misma ceremonia, Jaramillo anunció que la entrega oficial quedaba postergada para el mes de febrero de 2020, debido a que el contratista había solicitado una prórroga en el contrato.

Eso, ni más ni menos, significó que el alcalde Jaramillo inauguró una obra inconclusa, así la Gerente de Infibagué de esa administración diga lo contrario. Lo del desmedido afán de cortar cintas de obras inacabadas, ha sido otra de las malas prácticas asumidas por la mayoría de gobernantes en el Tolima. 

Similar situación había ocurrido en la administración de Luis H. Rodríguez, quien también montó su espectáculo para no pasar inadvertida la inversión de 6.000 millones de pesos aprobados por el Concejo de la época. Lo preocupante es que el panóptico hoy está a medias y seguramente seguirá a medias quién sabe por cuánto tiempo más.

Por su parte y ante este desolador panorama, el alcalde Andrés Hurtado acaba de decir que hará todo lo que esté a su alcance para que sea lo más pronto, sin embargo aclara que en el 2020 no va a ser posible. Ha dicho el alcalde Hurtado que para terminar la obra y dotarla de los elementos que se requieren, hacen falta 6.000 millones de pesos más. 

Guillermo Alfonso Jaramillo antes de irse dijo que esos recursos se obtendrían a través de la Ley de Honores que se aprobó en homenaje a Juan Mario Laserna’, y que fue recientemente sancionada por el presidente Duque.

Ante este anuncio, el abogado Fernando Varón Palomino salió al paso y respondió duro en las redes sociales: “Otra millonaria adición y el afán de inaugurar lo que Jaramillo inició como gobernador, su propio desastre. Ahora se ampara en la "Ley Laserna" y si Juan Mario no hubiera fallecido y no se hubiera aprobado, entonces cómo se había planificado la dotación de ese elefante?”.

Ciertamente lo del panóptico de Ibagué es una historia que se repite de manera frecuente en el Tolima en la mayoría de obras que se acometen. Es la historia que se volvió costumbre, rodeada de grandes expectativas e ilusiones, tal y como sucede con este proyecto que se ha vendido en medio de bombos y platillos, y que así ha quedado registrado en los más importantes medios de comunicación del país.

Las revista Semana en septiembre de 2007 publicó un llamativo artículo sobre el panóptico de Ibagué: “Como ocurrió con el Museo Nacional de Colombia, la vieja cárcel decimonónica de la capital del Tolima será remodelada para albergar un museo. El proyecto ya comenzó y promete ser una revolución cultural en la ciudad”.

El 17 de junio de 2008 el diario El Tiempo destacaba que “Antigua cárcel penitenciaria de Ibagué se convertirá en museo de los Derechos Humanos” y a reglón seguido, uno de los arquitectos restauradores en ese momento, anunciaba que “Una de las metas de este proyecto es abrir sus puertas en octubre de este año”.  Es decir, ya han pasado 12 años de esa gran mentira.

En junio de 2014 el portal La Silla Vacía en un amplio artículo, en uno de sus apartes decía: “Después de 14 años de planeado y con una inversión cercana a los 9 mil millones de pesos, el Museo Panóptico de Ibagué no ha sido entregado. En lugar de un proyecto cultural, Ibagué tiene un museo imaginario, una estructura que se desgasta con el paso de los años y un símbolo de la falta de planeación y ejecución en las obras públicas”.

En el 2015 Pablo Isaza en el diario El Nuevo Día afirmaba y se preguntaba: “Actualmente la Joya Arquitectónica de Ibagué se encuentra postrada. ¿Será que tantas alcaldías de Ibagué, que la han descuidado, no saben de su alta alcurnia y su distinguido linaje”.

Ciertamente es una vergüenza lo que ha pasado con esta obra. La planeación ha brillado por su ausencia. Lo que llama la atención es que la obra ha contado con los recursos necesarios. El chorro de plata ha sido de proporciones gigantes.

En esta obra, a la fecha, la inversión ha alcanzado una cifra insospechada: 22.000 millones de pesos, más los 6.000 que se requieren para dotación que ha anunciado el actual Alcalde. Es decir, se trata de una obra que podría bordear los 30.000 mil millones de pesos, recursos provenientes de la Nación, Gobernación del Tolima y la Alcaldía de Ibagué que es el mayor aportante, es decir, la plata que por impuestos pagan los ibaguereños.

Hay otro hecho que hace más doloroso este viacrucis. Es la finalidad o el destino que se le va a dar a este lugar. Ese sí que es incierto, así la Secretaría de Cultura del gobierno anterior haya dicho que el primer piso se destinará a la región y los derechos humanos, mientras que en el segundo nivel funcionará el Museo Nacional de la Música con salones audiovisuales y una biblioteca municipal. Esa parte al parecer no está bien definida.

En el 2008 durante un acto de Pacto por la Transparencia en el Tolima, las delegadas de la Presidencia de la República, luego de la visita a la obra del Panóptico, de acuerdo a lo registrado en El Tiempo, avizoraron un incierto futuro del proyecto. Carolina Sierra, en ese entonces del programa de Lucha contra la Corrupción de la Presidencia expresó su inquietud frente al uso que se le fuera a  dar al lugar. “Inicialmente se planteó un museo y ahora se habla de una destinación bien diferente”, dijo la funcionaria en ese momento.

Hoy pese a que se contrató un estudio de museografía y museológico, lo cierto es que la propuesta de uso aún es incierta.

Además, viene un hecho adicional del que poco se ha hablado y es la sostenibilidad del lugar. Mantenimiento y sostenibilidad son dos temas cruciales que pueden poner a tambalear el proyecto si no hay un estudio serio. Decía Sierra hace 12 años que era “muy difícil establecer un presupuesto si no se tiene claro el uso del bien, ni tampoco a cargo de quién va a estar su administración”.

Solo resta esperar que algún día se cumpla la sentencia que en el 2007 describió la revista Semana: “El Panóptico de Ibagué, promete ser una revolución cultural en la ciudad”.

 

Por: Henry Rengifo

  • Ex jefe de redacción de Tolima 7 días
  • Autor del libro ‘Las claves de los buenos alcaldes

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