Opinión

¿Por qué en el Tolima todo resulta tan chueco?

¿Por qué en el Tolima todo resulta tan chueco?

Editorial

Según la RAE la palabra chueco en una de sus acepciones significa mal hecho, defectuoso e inútil.

Entonces, como anillo al dedo esa palabra encaja perfectamente en el Tolima, pues casi todo lo que se hace en materia de infraestructura resulta chueco. Como ejemplo, basta una mirada al panóptico, cuántos años en construcción, cuánta planta despilfarrada y aún no termina y falta ver que cuando esté listo, no acabe convertido en un elefante blanco más, de los muchos que adornan la geografía tolimense. Se pudiera citar el famoso y cacareado Triangulo del Tolima que lleva cuatro décadas en construcción.

Lo anterior para hacer mención en mayúscula, el informe que dio a conocer este lunes 12 de agosto la Contraloría General de la República sobre las protuberantes fallas presentadas en la construcción del recién inaugurado terminal del Aeropuerto Perales de Ibagué.

Cuántos ibaguereños, tolimenses y visitantes recibieron con optimismo y alegría que por fin la capital del Tolima, contará con una terminal área moderna, eficiente pero sobre todo a la altura de una ciudad intermedia como Ibagué con un futuro promisorio.

En este otro caso lamentable para el Tolima, la auditoría adelantada por la Contraloría General de la República a la Unidad Administrativa Especial de la Aerocivil, halló deficiencias en la ejecución contractual, supervisión e interventoría en el contrato para la construcción del terminal, torre de control, cuartel de bomberos, urbanismo y vías de acceso del Aeropuerto “Perales” de Ibagué. Según el ente de control, estás fallas arrojaron un hallazgo con presunta incidencia fiscal por seis mil millones de pesos.

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Entonces, aterrémonos si es que aún tenemos capacidad de asombro. Por ejemplo, dice el informe de la Contraloría General de la República que en los sistemas de cámaras de ventilación mecánica y de red contra incendios que fueron cobrados y pagados (cuatro mil setecientos millones de pesos), no tienen funcionalidad y que por lo tanto todos los ítems que comprenden estos sistemas no están adecuados para cumplir la finalidad para la que fueron adquiridos e instalados.

También encontró la Contraloría que el sistema del circuito cerrado de televisión está desconfigurado, por conflictos de red, y necesita una separación de redes e instalación de hilos de fibra óptica, siendo un hecho estructural para dar utilidad a los elementos contratados. Es decir, eso quedó mal hecho.

Encuentra la CGR esta otra falla. El sistema de ventilación no está funcionando correctamente como se contrató. No tiene un sistema para su manejo y se administra manualmente. Encontró también que no es posible graduar la temperatura y cada área requiere personal de mantenimiento del aeropuerto para prender y apagar el aire acondicionado, obedeciendo a dificultades funcionales y no a una situación propia de la operación.

Y para colmo, en la investigación se encuentra una falla en la red contra incendios, que la Contraloría concluye obedece a deficiencias en la etapa constructiva, específicamente de la instalación de los elementos.

Entonces, una obra de la cual creíamos nos íbamos a sentir orgullosos por lo moderna y que hacía justicia con Ibagué, resulta que con estas fallas si no se corrigen en poco tiempo tendremos unas instalaciones deterioradas, feas y prestando un pésimo servicio. Muy chueco lo que pasa en el Tolima con las obras de infraestructura.

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