Desde que entró en vigencia la ley de garantías electorales la administración municipal de Ibagué, al parecer entró en un estado de silencio que contradice el estilo del mandatario local Guillermo Alfonso Jaramillo, acostumbrado a generar noticias de toda índole y a toda hora.

Ya desde la entrega de las obras del parque lineal Mitos y Leyendas de los barrios del sur, y el megaparque de Santa Rita de la comuna 9, el mandatario local se había abstenido de hablar en estos actos, pese a lo nutrido de la concurrencia en ambos eventos. Allí, tomaron la palabra como únicos oradores los representantes de las comunidades que, por coincidencia, durante sus intervenciones los dos sostuvieron que recibían las obras con inmensa gratitud y se refirieron a los beneficios que estas obras representaban para sus comunidades, especialmente en el campo de la recreación, el departe y la salud.

Puede leer: Se entrega megaparque Santa Rita, con inversión de seis mil millones de pesos

Pero seguidamente aclararon que ninguno de ellos había realizado campaña por Jaramillo ni mucho menos votado para que fuera alcalde. No obstante ello, reconocían la labor que estaba realizando, que les había entregado unas obras importantes que nunca les había prometido y prácticamente se pusieron a su disposición, el resto es obvio entenderlo.

Esta situación nos puede dar a entender que el mandatario local está dejando en manos de las comunidades la defensa de sus obras y de su gobierno y que no tiene necesidad de hablar ni de defenderla, o que está tanteando qué tanto ha calado su administración en los sectores populares; porque despreciar estos escenarios con considerable asistencia para no pronunciar un discurso al menos defendiendo sus ejecutorias, es para no creer que el alcalde desprecie estos eventos solo para hacer presencia.

También le puede interesar: Inaugurado el parque de Mitos y Leyendas un espacio para la salud y la cultura en Ibagué

Contrasta con esta actitud de los dirigentes comunales, la de la mayoría de funcionarios de la alcaldía con cargos de secretarios, gerentes y directivos, incluyendo desde luego la oficina encargada de la divulgación de los actos de gobierno. Al único que de vez en cuando escuchamos o leemos defendiendo o informando qué se está haciendo, es al secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, César Picón.

Todo parece indicar que Jaramillo no tiene escuderos o espadachines que defienda su administración dentro de su propio gobierno, y que esta función la vienen cumpliendo los directos beneficiados con sus obras, la que además, tampoco divulgan la oficina de prensa que sería la encargada de estos temas.

También se podría decir que debido a su carácter y forma de gobernar, le gusta asumir solo esas responsabilidades y no delega la vocería de su administración.

Consultado sobre este tema el fiel D'Artagnan de Jaramillo, Nayid Salazar Cetina, nos dice que: "La administración prefiere dejar en manos de las comunidades la defensa del gobierno, y dejar que sus críticos se estrellen contra las paredes".

No falta quienes consideren también, que se ha iniciado el periodo de la soledad de la administración a escasos cinco meses de finalizar, esa etapa donde los gobernantes siente cierta nostalgia y sentimientos de dejar el poder, pero consideramos que Jaramillo está acostumbrado a estos avatares y solo le importa dejar no solo la sensación, sino la realidad de un buen gobierno.