Hace dos meses cuando inició la pandemia, Carlos Alfredo Chávez empezó la fabricación de ventanillas acorde a los espacios de cada oficina. 

Pantallas protectoras para la reducción en la propagación de enfermedades al crear una barrera que facilita el distanciamiento social, fue uno de los dos objetivos trazados desde la empresa que fundó con su esposa hace 5 años.

Y es que todo entra por los ojos, nada más disonante que ver esos plásticos transparentes que con el tiempo van cogiendo mal olor en lugares como Gana Gana dijo Roberto Ruiz, un apostador de chance que le repite a la vendedora cada vez que se acerca a ella cuando van a poner una ventanilla decorosa. 

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Chávez indica que sus pantallas o fronteras invisibles están hechas en acrílico, uno de los plásticos más versátiles en el mercado por ser un polímero más estable que otros plásticos, la fabricación con Monómero Metil Metacrilato (MMA) 100% virgen importado mediante el sistema de colado (cell-cast) garantiza la calidad y duración al no perder sus propiedades, ofreciendo excelente resistencia a la intemperie y a los agentes atmosféricos. 

El plus de las caretas personalizadas con logosímbolo 

Dicen que todo entra por los ojos y las caretas de protección facial que fabrica en su compañía previenen que salpicaduras u objetos extraños lleguen al rostro de los usuarios, ofreciendo así un aislamiento rígido y resistente. 

Es en la diadema donde se coloca el nombre y logo de la empresa lo que permite a las compañías fortalecer su imagen corporativa, y a los empleados sentirse más seguros con la doble protección que genera la careta más el tapabocas.