Género y sexualidad

Orinales en bares, un problema para los hombres transgénero de Ibagué

Orinales en bares, un problema para los hombres transgénero de Ibagué

Por: Michelle Pinzón


La comunidad trans masculina de Ibagué ha tenido históricamente problemas con las condiciones mínimas de sanidad en los bares de la ciudad, debido a que los baños de dichos lugares cuentan únicamente con orinales, pieza imposible de usar para un hombre transgénero.

El ministerio de Salud exige para la matrícula sanitaria de un establecimiento comercial, el cumplimiento de la ley 9 de 1979, en el cual se establece el Código Sanitario Nacional. Para obtener la matrícula se debe cumplir con ciertas exigencias como ventilación de los sanitarios, fácil limpieza, lavamanos y almacenamiento de basuras, entre otras. Además, se impone que un local debe tener un baño por cada veinte mujeres y un orinal por cada veinte hombres. Esto ya representa una problemática para los hombres transgénero, pues, dentro del código no se contempla la creciente diversidad de género en el territorio nacional.

Las personas transgénero son aquellas que no se identifican con el sexo que se les asignó al nacer. Por ello, modifican su cuerpo con hormonas inyectables. En el caso de los hombres transgénero, la hormona que ayuda en su cambio se llama testosterona. Gracias a ésta, la anatomía de su cuerpo se modifica, la grasa de muslos y caderas se distribuye a otros lugares dándole una apariencia masculina, sus senos se reducen, crece el vello facial  y la voz se hace más grave. Sin embargo, la forma de sus genitales no cambia. De allí parte la dificultad de la comunidad trans masculina con los orinales en los baños para caballero, pues, ellos no pueden orinar de pie.

Incomodidad

Esta situación es una de las cosas más jartas, más incómodas y más molestas. Puedo decir que para la mayoría de nosotros, los hombres trans, es una joda muy incómoda, porque a veces uno está que la boca le sabe a champagne, la vejiga ya que se explota y uno se dirige al baño y se encuentra la fastidiosa sorpresa de que solo hay un orinal. Yo lo que hago en esas situaciones es ver si hay otros establecimientos cerca y dirigirme a ellos” expresó Orián Mateo Cepeda, hombre transgénero de 21 años.

Ibagué posee una política pública para la garantía de los derechos de los sectores sociales LGBTI y las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas: el Acuerdo 015 de 2019, denominado “Ibagué, por una comunidad LGBTI con goce efectivo de sus derechos y reconocida por su diversidad”. Este acuerdo da prioridad al empoderamiento de sus derechos y a la inclusión social. No obstante, en lugares de ocio como los bares no se evidencia la puesta en marcha de este Acuerdo. Los baños de estos lugares están diseñados para hombres y mujeres cisgénero (personas que se identifican con el género que se les asignó al nacer), dejando a los hombres trans sin más opción que retirarse del establecimiento o entrar a los baños femeninos.

“Esta situación es fastidiosa y complicada. No porque no pueda entrar al baño de chicas ya que este está adecuado para mí... El problema está en lo demás: salir del baño de mujeres y que las chicas te vean raro, que dueños o meseros te sigan para decirte que ese no es "tu baño" o tener que pedir el permiso antes para usar este baño y explicar o inventar razones del porqué no se puede orinar de pie... Y es tan fastidiosa la situación que yo prefiero tomar cerveza en casa y evitarme tanta vaina” opina Víctor Lozano, hombre transgénero de 30 años, estudiante de la Universidad del Tolima, quien actualmente adelanta trabajo de grado desde la relación de la comunidad trans y el poder.

Al igual que Víctor Lozano y Orián Cepeda, muchos hombres transgénero tienen dificultades con los baños en zonas de ocio, que bien podrían desarrollar problemas de orden psicológico.

Las personas trans están en un proceso constante de exploración, redescubrimiento y reafirmación de sus propias identidades y este tipo de barreras, generan un malestar psicológico en ese proceso, son baches en el camino, con los que tropiezan una y otra vez. Comienzan a pensar que no pueden hacer muchas cosas, esto se va sumando, hasta que la persona simplemente siente que no encaja en el común denominador, por esto es que se lucha tanto en generar espacios de inclusión”, señala Sergio González, Psicólogo egresado de la Universidad de la Costa, quien actualmente está culminando la maestría en psicología jurídica en la Universidad Santo Tomás donde profundiza en derechos humanos y población LGBTI.

Sin avances significativos desde lo oficial

La actual administración de la alcaldía de Ibagué, encabezada por Andrés Hurtado, en el periodo 2020 - 2023, aplicó la política pública para la garantía de los derechos de los sectores sociales LGBTI en su plan de desarrollo “Ibagué vibra”. En el sector 4 de este documento se encuentra el título “Vibra con inclusión y diversidad”, donde se menciona que el gobierno de Hurtado se proyecta a crear oportunidades, bienes y servicios que ayuden a tener una vida plena y mejorar el bienestar de estas poblaciones en condiciones de igualdad, productividad y dignidad.

En el primer informe preliminar de gestión (enero 1 a octubre 31 de 2020) de la administración “Ibagué Vibra”, se menciona que la inversión de 2.397 millones de pesos, para posibilitar el ejercicio pleno de los derechos de las poblaciones vulnerables en la capital musical de Colombia. Se realizó una inversión de 629 millones de pesos, en el subprograma mujer, equidad de género y diversidad sexual. Según esta rendición de cuentas se implementaron 6 programas que beneficiaron a 700 mujeres y población LGBTI, además, de la conmemoración de las fechas representativas para la mujer y la población sexual diversa.

La alcaldía de Ibagué ha sido constante en los procesos que tienen que ver con la mujer, no así con la población LGBTI. Las cinco metas establecidas en el plan de desarrollo para la comunidad LGBTI abarca programas de formación para el desarrollo de capacidades, atención integral, inserción laboral, prevención de violencia e implementación de la política pública LGBTI. Sin embargo, en la rendición de cuentas de la administración del alcalde Hurtado del primero de enero de 2020 al 31 de octubre del mismo año, las cifras de la meta planteada no tuvieron avances significativos.

El programa de formación para el desarrollo de capacidades que tenía una meta de 20 programas de formación, a octubre 31 de 2020 solo se habían realizado 5. En  el programa de promover la estrategia para la inserción laboral de ingresos la meta era de 160 estrategias y para la misma fecha estaba en cero ejecución. En un reportaje hecho por Alerta Tolima el 19 de noviembre de 2020, se menciona que según William Rosas, concejal en Ibagué, se tiene un 0% de ejecución de proyectos orientados hacia la comunidad LGBTI. 

A pesar de estar incluidos por la alcaldía de Ibagué en sus programas que benefician a las comunidades vulnerables, la comunidad trans masculina, continúa luchando contra la discriminación. Arian Sarmiento, hombre transgénero de 27 años, cuenta que su experiencia con los baños en Ibagué no fue gratificante, pues sufrió abusos en un bar gay.

Específicamente tuve un acontecimiento que se presentó en un bar gay donde debería haber mucha más conciencia del tema, debido a que es un bar de la comunidad LGBTI. Una noche fui a entrar al baño de mujeres, debido a que, soy un hombre transgénero. Al entrar al baño recibí discriminación, rechazo y hasta violencia verbal por parte del dueño del bar y algunas personas de seguridad

Los baños para caballeros en ese bar, según relata Sarmiento, estaban conformados solamente por un orinal, no tenían puerta y era para un local que tenía más de setenta personas en el momento. El dueño del bar le manifestó que no tenían por qué tener baños para personas como él y que no tenía conocimiento sobre hombres transgénero.

“No tengo idea qué es un hombre transgénero, atiendo a muchas personas a diario en mi bar y nunca se han quejado por los baños y eso que a veces se va el agua y huele mal” menciona Mario* dueño de un pequeño bar ubicado en el barrio El Topacio, quien solicitó que no se pusiera ni su nombre real ni el nombre de su bar.

Conflictos emocionales

La no aceptación y desconocimiento sobre las sexualidades emergentes pueden generar grandes conflictos emocionales para los miembros de la comunidad LGBTI

“Pueden desarrollarse consecuencias psicológicas, la persona puede sistemáticamente sentir que no encaja y no logrará encajar en estos espacios, aun cuando está luchando por construir y reafirmar su identidad como persona. Puede llegar a desarrollar inconscientemente la necesidad de autoexcluirse de estos espacios, cuando sienta que no son para él, entendiendo que en estos espacios, como los bares encontrará un problema, haciendo que no se sienta cómodo completamente. Esto puede afectar a largo plazo que la persona desarrolle incomodidad de ir a baños en otro tipo de espacios, afectando su transición, aceptación y reafirmación de género y / o sexo” expone el psicólogo Sergio González.     


 * Estudiante de Comunicación social Periodismo de la Universidad del Tolima. El presente artículo es resultado de la cátedra de reportería y escrituras periodísticas que orienta Carlos Pardo Viña.

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