Actualidad

¿Paz con justicia social y Constituyente?

¿Paz con justicia social y Constituyente?
La sorpresiva victoria del No, por estrecho margen que ni los propios uribistas esperaban, deja al país en un limbo del que se saldrá con la imaginación, creatividad y capacidad de sus dirigentes, y donde no se descarta, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. (Ver: El No ganó en el Tolima)

Por fortuna, las primeras declaraciones después de conocerse el resultado del plebiscito, por parte del presidente Juan Manuel Santos, el senador Álvaro Uribe y el jefe máximo de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverri (Timochenko), coinciden en mantener los diálogos y en continuar la búsqueda de la paz con los ajustes que se acuerden, pero sin el uso de las armas.

Dentro de la incertidumbre natural causada por los resultados del plebiscito, ya se han comenzado oír voces de la izquierda y derecha que proponen como salida al conflicto armado la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, que tenga como base tratar temas como los profundos problemas sociales que tiene el país sobre todo en desigualdad e inclusión, reforma a la justicia, al Congreso y un verdadero estatuto de la oposición.

Sobre la Constituyente, ya se había pronunciado Uribe y las Farc, quienes manifestaron que estaban de acuerdo en lo mismo, aunque con puntos de vista diferente. Recordemos que la organización guerrillera no era partidaria del plebiscito para refrendar los acuerdos sino de una Constituyente, mientras que Uribe la proponía para reformar la justicia.

Pues bien, ahora en distintos sectores de opinión surge nuevamente esta iniciativa para lograr acuerdos fundamentales y sellar la unidad del pueblo colombiano frente al proceso de paz. La paz con justicia social y Constituyente vuelve a la palestra.

Este tema lo trató recientemente en este portal, el columnista Marco Emilio Hincapié (padre), en un artículo escrito el 18 de septiembre, titulado “Apoyo a una paz con justicias social y Constituyente”, donde manifestaba: “Es muy importante la desmovilización a que conducen los acuerdos  de La Habana, pero ella debe de conducir a las reformas de fondo que clama el país, que deben ser instrumentadas por los mecanismos de participación democrática, como se hizo en la  constituyente  de 1991; convocando mediante proceso eleccionario al constituyente primario, para que con la participación de todas las tendencias políticas e ideológicas del país se implementen las nuevas estructuras sociales sobre la que se edifique una paz duradera para todos los colombianos”. (Ver: Apoyo a una paz con justicia social y constituyente)

Por su parte, las primeras declaraciones de los actores y protagonistas de plebiscito del domingo, se resumen en los siguientes aspectos: el presidente como jefe de Estado dejó en claro que el cese al fuego bilateral se mantendrá, y que su equipo viajará a La Habana, a mantener los diálogos con base en los resultados de las elecciones.

La propuesta gruesa del senador Álvaro Uribe es mantener los diálogos, llegar acuerdos para hacer los ajustes necesarios sobre todo en justicia transicional y propone un acuerdo nacional por la paz; mientras la guerrilla anunció que usará únicamente la palabra como instrumento de paz y de diálogo. Es decir, que existen coincidencias fundamentales entre los actores principales de este proceso para llegar a un acuerdo que unifique la nación.

Lo mismo se ha escuchado en las declaraciones de las  últimas horas, formuladas por los diferentes sectores políticos, la iglesia y grupos cristianos, que se inclinan por una Asamblea Nacional Constituyente para salir de la encrucijada que nos dejo los resultados del plebiscito.

Las responsabilidades de la pérdida del Sí      

Aunque la sentencia popular indica que las victorias tienen muchos padres y que las derrotas son huérfanas, es bueno indicar que los partidos de la Unidad Nacional, incluyendo al liberalismo que no forma parte de esta, pero que apoyó y tuvo responsabilidad en este proceso de paz, son los principales derrotados.

Su trabajo fue escaso y débil en el campaña del plebiscito, más de unos que de otros, que como Cambio Radical y los conservadores, trabajaron a medias, pero igual fueron derrotados por los resultados así estos sean pírricos.

Sobre estos partidos que se han convertido en empresas electorales para repartir avales cada dos o cuatro años, cabe mucha responsabilidad de la incertidumbre que vive el país. Sus dirigentes trabajan a fondo cuando se están jugando su curules y sus prebendas personales no el futuro ni el destino del país, como fue el caso del plebiscito.

Habla mucho que analizar sobre este tema, donde no se escapan ni La U, el partido liberal, los conservadores y Cambio Radical.

Artículos Relacionados

Noticias Recientes