Política

“El Tolima no se construye con individualismos”: Adriana Magaly Matiz

“El Tolima no se construye con individualismos”: Adriana Magaly Matiz

Entrevista

Por Henry Rengifo

En los últimos tiempos, el Tolima no es que haya sido afortunado con los congresistas, llámense representantes a la Cámara o Senadores. Ha habido destellos de buenos congresistas, pero de ahí no ha pasado.

 Ciertamente han abundado las decepciones. Por eso el trabajo cumplido por Adriana Magaly Matiz,durante su primer año como representante a la Cámara ha dejado una grata impresión, tanto que su nombre hoy hace parte del  exigente club de los buenos congresistas.

La representante Matiz presenta proyectos, ha sido ponente de importantes iniciativas, convoca, habla cuando tiene que hablar, gestiona, opina con propiedad.Es claro que ese reconocimiento de destacada congresista se lo ha ganado por algo que pocos practican, es estudiosa y responsable.

Invitada por El Cronista.co concedió esta entrevista para hablar de la política, nacional, regional y local y otros temas de interés.
¿Cree que el clientelismo y la politiquería son los males mayores de la política en el país?

A.M.M. El sistema es perverso en ese sentido. Sabe que es lo que más me pide la gente? Trabajo, una oportunidad de recibir un ingreso para sus familias.

El sistema somete a sus ciudadanos a eso, a tener que implorar esas oportunidades de sobrevivencia, y de eso se aprovecha y los enlista en movimientos y sectas laborales y de contratistas. Ese clientelismo corrompe, aliena, distrae, y hace que las personas pierdan la capacidad de escoger entre quien puede proponer soluciones a largo plazo, y quien le consigue un contrato por tres meses. Yo he perdido más amigos en toda mi vida por no haber podido conseguir un puesto o un contrato, que por algo que he dicho o hecho.

Muchos de nuestros dirigentes políticos que pintaban bien, terminaron desdibujados por cuenta que se dejaron absorber precisamente de la politiquería y el clientelismo. ¿No teme que le ocurra lo mismo y se esfume otra esperanza de hacer la mejor política por el departamento? 

A.M.M. Tengo claro que conseguir un puesto o contrato para alguien me demanda el mismo tiempo que buscar un proyecto para una comunidad. Si son solo cuatro años los que voy a estar en este periodo legislativo, no los voy a ocupar en repartir hojas de vida de amigos, ese tiempo lo necesito para buscar soluciones de país, de región, buscar posibilidades que se generen empleos dignos y perdurables, desarrollo para el Tolima y que seguramente no generan la misma cantidad de adeptos o votantes que los contratos, pero sí nos llenan de más satisfacciones a futuro porque hicimos algo por quienes incluso no me conocen.
El Tolima con todas las ventajas y fortalezas y no se observa un desarrollo sostenible, muchos anuncios, muchas buenas intenciones, pero los problemas cunden. ¿Qué hacer para lograr un despegue definitivo de la región?

A.M.M. Personalmente considero que se requiere una política tributaria local competitiva, evaluar si es más beneficioso el recaudo exagerado de impuestos locales y si lo que sacrificamos con ese recaudo, compensa lo que estamos perdiendo en oportunidades.

Cuántas empresas podrían establecerse en nuestro departamento o municipios con unos estímulos tributarios atractivos, cuánta inversión se podría jalonar, cuánto crecimiento podríamos proyectar en unos años.

¿En ese orden difícil alcanzar niveles de competitividad altos?

A.M.M. Ahogar al empresario, al comerciante y al productor en general con tributos y más impuestos, le está haciendo un grave daño al país, y a nuestra región.

Bajando los gravámenes locales y administrando de manera más eficiente los recursos, seguro nos va a permitir ser más competitivos como zona de producción y desarrollo en unos años, y por ende esa sostenibilidad que reclamamos, se verá proyectada en algunos años.


Hay quienes desde ya dicen que a usted la ven en un futuro cercano aspirando a ser gobernadora o alcaldesa de Ibagué. ¿Se ve en alguno de esos escenarios?

A.M.M. No soy de deshojar margaritas, cada día trae su afán, y el mío hoy no es más que representar dignamente al Tolima en la Cámara de Representantes. Políticamente me debo a un grupo que fue quien me escogió, apoyó y entregó su representación en la Cámara. A Dios como dueño de mi futuro y al grupo barretista como organización política a la que pertenezco, dejo esas decisiones a futuro. El Tolima no se construye con proyectos individualistas, se proyecta con decisiones plurales de lealtad y respeto propositivo.
¿Cuál cree que es el principal obstáculo para ese estancamiento del departamento?
A.M.M. El ego, odio y revanchismo que ha estimulado históricamente a nuestra clase dirigente por encima de las necesidades de sus gentes.

Los municipios del Tolima, cada vez más pobres, cada vez con más atraso. Vienen unos nuevos alcaldes. ¿Qué esperar de esas nuevas administraciones?

A.M.M. Responsabilidad y coherencia entre lo que proponen, lo que van a hacer y lo que esperan dejar.

¿No será acaso que el Tolima hoy presenta un vacío de liderazgo profundo. Que no hay una dirigencia tanto empresarial y política cohesionada en términos de trabajar con visión?.¿Usted que brilla como una voz renovadora de la política, qué piensa al respecto?

A.M.M. El Tolima tiene sus líderes, la gente tiene sus líderes, la pregunta es muchas veces, se escoge el correcto?. A quienes llamamos líderes los empoderamos nosotros, allá los ponemos, y somos nosotros mismos los que podemos quitarlos.

¿Pero dónde están esos líderes?

A.M.M. Yo veo buen liderazgo en muchos sectores, no solo en lo político, y los casos son palpables, aquí hay gente que se juega incluso su patrimonio personal tratando de hacer empresa, son líderes anónimos y con menos visibilidad que otros, pero ahí están buscando que salga adelante este departamento y sus gentes, por eso todavía le apuesto con optimismo a un futuro, porque gente buena es lo que nos sobra y de allí saldrán quienes guiarán el departamento, hay que darles es la oportunidad y abrirles los espacios con apoyo y acompañamiento. 

La clase política

La gente cada día cree menos en la clase política, ¿Cómo se ve Usted en el ejercicio de esta actividad tan criticada hoy sobre todo en el papel de Congresista?

A.M.M.  El mundo actual presenta y exige soluciones inmediatas a los problemas, es la tendencia y realidad del vivir diario. La clase política se mueve por el contrario en un mundo lento, paquidérmico y lleno de formalidades. Eso no le gusta a la gente del común, quien lo interpreta como desidia, pereza y por ello corrupción, porque sienten que sus impuestos van a quienes no hacen nada.

En ese orden es frustrante

A.M.M. Claro, la gente le llega a uno buscando soluciones ya, y el sistema normativo no nos deja margen de maniobra alguno, nos limita a mil formalidades, so pena de terminar inhabilitados o en una cárcel. Es la perversidad de las normas obsoletas frente a una nación que necesita soluciones ya, y el karma que soporta la clase política por igual, sin importar a qué partido o grupo se pertenezca.

¿Que ha sido lo más difícil en este primer año de Representante, qué le ha costado más?

A.M.M. Entender que las soluciones que se requieren ya, siempre deben esperar bastante tiempo, que no hay forma con las normas que tenemos de enfrentarse a esa lentitud general del Estado. Esa impotencia genera los peores momentos de este ejercicio, pues en muchos casos y pese a tanta gestión, la comunidad se queda sin recibir lo que necesitaba y la credibilidad nuestra se va yendo con las ilusiones de quienes confiaron en nosotros para la solución de esos problemas.

En el plano nacional ya es destacada como una congresista, además de trabajadora, responsable, estudiosa y seria en sus planteamientos.¿Cómo se ha sentido en ese rol?

A.M.M. Desde que me postulé al Congreso de la República, siempre mi mensaje a los tolimensesfueclaro, que iríamos a posicionarnos de un liderazgo donde nos dieran el espacio, no a nombre de Adriana Magali, porque tengo claro que el tiempo y las circunstancias que me llevaron al Congreso algún día van terminar, pero lo que quería era que el Tolima no perdiera ese protagonismo histórico, que la representación del departamento se hiciera no solo mediáticamente sino con altura y responsabilidad.

En todo caso en las intervenciones que usted hace se nota  responsabilidad y estudio y ahí marca la diferencia. ¿Lo ve, acaso, así?

A.M.M. Cada tema tengo que estudiarlo semanas enteras para sentar posiciones coherentes, como congresistas tenemos que defender puntos de vista ante ministros, asesores del gobierno, y compañeros muy preparados que inmediatamente detectan el desconocimiento e inexperiencia sobre un tema, por ello no solo los títulos y experiencias con que se llega, es suficiente. La preparación es diaria y exigente, pues una vez se comete el error en estos escenarios, no hay segunda oportunidad.
Una crítica permanente que se les hace a los congresistas tolimenses es que no trabajan en equipo, que impera el egoísmo. ¿Es posible, que la actual bancada sí está en capacidad de reivindicarse, y por fin lograr un trabajo mancomunado?

A.M.M. Los electores no evalúan el trabajo en bancada, lo evalúan individual, eso seguramente hace que los Congresistas tengamos que hacer más visible los logros individuales que colectivos, y lo que hacemos en bancada de región no sea muy visible. Pero lo estamos haciendo, son muchos los temas que presionamos y gestionamos en conjunto, en Bogotá se nos ve unidos y hacia allá avanzamos rápidamente, desafortunadamente el tiempo electoral nos obliga a hacer una tregua en esos amores, pero el interés y trabajo común por temas puntuales continuará, esperando mostrar más consecuciones y logros como bancada tolimense y no tantos como congresistas de partidos.
Los egos de pronto juegan un papel en contra, que evitan encontrar ese trabajo de unidad, ¿Qué piensa? 

A.M.M. "El gran corruptor del hombre público es el ego. Mirar a los espejos distrae la atención de los problemas". Esa frase de Asheson lo resume. Todos podemos tener de una u otra forma un nivel de ego característico, el problema es que encuentra uno en este ejercicio a verdaderos narcisistas con los que es más difícil interactuar, porque en sus posiciones por encima de su ser, consideran no hay nada.
Hoy usted representa un partido tradicional como es el Conservador.¿ En qué espectro ideológico se ubica en esta coyuntura la representante Matiz?

A.M.M.La sociedad rápidamente en una tendencia mundial busca desnaturalizar lo natural, y naturalizar lo que nos parecía inconcebible. Hacia allá quieren avanzar y nos quieren llevar porque detrás hay intereses económicos. Cómo concebir que el consumo de sustancias psicotrópicas es un acto que merece la aprobación social, e incluso su defensa; cómo permitir que los derechos de la niñez sucumban a los intereses de los adultos, sus egos y gustos; cómo no protestar por el trato que se da a la mujer y su núcleo. Frente a temas tan radicales tenemos una posición conservadora, de defensa de valores y principios, creo que es lo último que podemos hacer por esta sociedad y nuestros hijos, no porque lo diga yo, sino porque lo palpamos todos a diario.

¿Su aspiración en estos tres años que restan como representante?

A.M.M. No desanimarme ni un segundo para trabajar por nuestra región y por los tolimenses. En estos cargos, la realidad y problemas de la gente se desnudan más, y la impotencia desanima, por eso cada día, hago una reingeniería de propósitos y aspiraciones, que espero pueda cumplir y generar con ellas más oportunidades, soluciones y alegrías a los tolimenses. No es fácil, soy una entre 171 representantes, pero el trabajo hay que hacerlo y hacer sentir la voz y las propuestas, porque no me estoy representando a mí, estoy representando un departamento.

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