Opinión

Votemos por una mejor educación

Votemos por una mejor educación

Por: John Anderson Otavo Ruiz


Como ciudadano y conocedor de los principios fundamentales que proclama nuestra Constitución Política de Colombia, es importante resaltar que ya hemos visualizado un panorama sobre lo que han considerado todos los candidatos en la primera vuelta en su aspiración a la presidencial: Todos han manifestado su interés por encausar de manera positiva la educación, su importancia para las regiones y de la sociedad a nivel general.

Pero el panorama histórico nos ha mostrado que en los planes de desarrollo la educación siempre ha pasado a un segundo plano cuando de presupuestar se trata. Por tanto, podemos asegurar que en la actualidad el panorama es grave, pues en lugar de avanzar, hemos retrocedido.

Decidir por otros se ha convertido en el pan de cada día, y para nadie es un secreto que quienes tienen el privilegio y la oportunidad de matricular a sus hijos en colegios o entidades educativas de carácter privado, lo hacen pensando en cuestiones de calidad educativa.

De esta forma, ¿cuál es la explicación más sencilla a este tipo de situaciones? En respuesta a lo anterior, la Comunidad de Observatorios y Centros de Pensamiento en Educación de Colombia, pudieron comprobar que más del 80% de nuestros niños, niñas, jóvenes y adolescentes se encuentran matriculados en Instituciones Educativas Públicas del país.

Por tanto, este tipo de población de la educación ha sido la más afectada, y muestra de ello es que gran parte de los estudiantes no tuvieron posibilidades de acceso a sus centros educativos durante el 2020 y el 2021 de carácter presencial. Esta población fue invisibilizada, no tuvo voz, y queda más que claro que no hubo quien defendiera sus intereses.

De allí, que para mí es de vital importancia pensar que la educación pública sea una verdadera prioridad para el país. Si ponemos en una balanza las propuestas de campaña de ambos candidatos que aspiran a la presidencia en segunda vuelta, Rodolfo Hernández no demuestra interés por pensar en una propuesta sólida que priorice las necesidades de la Educación inicial en Colombia. Sin embargo, Gustavo Petro ofrece para esta población atención universal y gratuita a la primera infancia de 0 a 6 años.

Tomando como referente la organización “NIÑEZYA” (2022)           revisó los programas de los dos candidatos por medio de diez puntos para el desarrollo de niñas, niños y adolescentes, los cuales recogen los derechos más vulnerados a esta población que requieren acciones inmediatas, entre los que se destacan temas sobre salud y nutrición, ambiente sano, fortalecimiento familiar para el cuidado y la crianza, educación inicial, juego, protección contra cualquier tipo de violencia, cultura de paz, reconciliación y convivencia, y educación básica preescolar, básica y media.

Los análisis hechos demuestran que el programa de Gustavo Petro calificó con puntajes altos en nueve de los asuntos tratados, mientras que Rodolfo Hernández solamente destacó en cuatro asuntos. Por tanto, no hay duda, que el programa de Gustavo Petro en cuanto a educación es más integral que el programa de RH. Resaltando que en ambos casos se requiere mayor claridad sobre viabilidad financiera.

En todo caso, RH deja sobre la mesa su posición de no debatir, y dejar inconclusas muchas de sus ideas, situación que es preocupante; y Gustavo Petro, tiene una visión más integral y clara. Sin embargo, sus propuestas resultarán un reto que esperamos ver cumplir para mejorar los propósitos del desarrollo de la educación inicial, básica, media y superior.

Esta es una oportunidad para pensar que como profesores, quienes luchamos por las transformaciones sociales, las reivindicaciones en cuanto a justicia e igualdad de derechos, sea una valiosa oportunidad para apostar por una educación con calidad humana, que valore a las minorías, que destaque lo valioso de enseñar, apueste a la inversión de nuevas formas de educar en ciencia y tecnología, reivindique los derechos de quienes sueñan con transformar desde distintos aspectos este país, que piense en las mejores condiciones para quienes desde las aulas añoran una Colombia diferente.

La realidad actual de Colombia no es una problemática que contemple ideologías y caracterización de los partidos políticos; es una puesta en marcha para evaluar al futuro dirigente de nuestra nación:  Un candidato pretenderá hacer reformas necesarias que busquen fortalecer la paz, la educación y la constitución de 1991. El otro, representa el continuismo y una seria amenaza para la libertad de prensa, la separación de poderes y la democracia.

*Licenciado en Ciencias Sociales

Director del proyecto Profelogía

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