Opinión

La importancia de los valores

La importancia de los valores

Por Juan Bautista Pasten G.


Por lo pronto, el estudio y examen valórico corresponde a la Axiología, la cual es una disciplina filosófica que surge a mediados del siglo 19, aunque su origen se localiza en la filosofía griega antigua, principalmente con Sócrates, Platón y Aristóteles (siglos V y IV a.C.).

La definición etimológica de axiología es la siguiente: es una palabra compuesta que proviene del latín “axios”, que se ha interpretado como lo útil, lo necesario, lo valioso, además de “logía”, que se traduce como estudio y/o investigación. Entonces, la concepción etimológica de Axiología es “estudio o investigación acerca de los Valores“, por lo mismo, también se la conoce como Teoría de los Valores o las Virtudes

Como primer antecedente, es necesario señalar que todos los valores - tanto los existentes como los por existir – cumplen las siguientes características:

  1. La Polaridad: significa que a todo valor positivo se le contrapone un valor negativo, recibiendo este último el nombre de “disvalor”. Por ejemplo, al valor del Amor se le opone el disvalor del odio (desamor), a la justicia se le contrapone la injusticia o a la libertad el disvalor de la represión.
  2. La Jerarquía: Siempre existen valores que, ya sea personal o colectivamente, sean considerados más importantes o esenciales que otros (Amor, Justicia, Paz, Libertad, Conocimiento, por ejemplo).
  3. La Universalidad: Los valores son aceptados y reconocidos por la totalidad de las personas, si bien pueden diferir en el significado o sentido que les otorgan.

Por ejemplo, el valor del Amor es sostenido como fundamental por todas las religiones, sean estas budistas, islámicas, taoístas o cristianas. En otro plano, el valor de la Libertad es el sustrato de concepciones políticas tan disímiles como el comunismo, el liberalismo, el capitalismo, el socialismo o la teoría social cristiana.

Ahora bien, hay dos disciplinas que conforman, de modo substancial, a la Axiología; ellas son la Estética y la Ética.

La Estética es la reflexión y análisis de los Valores y las cualidades en la naturaleza y en el arte, primordialmente en la música, la danza, la literatura, la escultura, la pintura. En esta disciplina se destacan valores como: la Belleza, la Unidad, la Armonía, el Equilibrio, el Orden, lo Sublime, la Elegancia, la Gracia, la Magnificencia, el Esplendor.

La Ética es la reflexión filosófica acerca de las acciones y conductas de los seres humanos, con el objetivo de permitir – mediante la práctica de principios y valores – una adecuada y necesaria convivencia entre las personas. Todo ello, con el fin de generar mejores ciudadanos, capaces de construir comunidades y sociedades beneficiosas para todos.

En conformidad a lo expresado, podemos colegir la tremenda importancia del conocimiento valórico y ético debido a la influencia positiva que ocasiona en las interrelaciones humanas.         

Además, la Ética está íntimamente ligada a la Moral, la cual consiste en la comprensión de los principios y deberes éticos, así como la aplicación de los mismos en la existencia personal y social. En consecuencia, la Ética es la teoría acerca del bienestar valórico del ser humano, siendo la Moral la instancia práctica que posibilita la concreción del mismo. Por el contrario, lo Inmoral o Inmoralidad incluye las conductas y comportamientos que dañan o afectan severamente el bienestar de las personas y las sociedades (crímenes personales o de estado, robos de todo tipo, corrupción, violencia intrafamiliar, discriminación en cualquier ámbito, acoso laboral; en fin, el listado es extenso).

Es este punto, es menester destacar que para aplicar la libertad Moral es imprescindible tener capacidad de discernimiento, es decir, de razonamiento y examen crítico y objetivo. Esto implica tener conocimiento del por qué (causas) y el para qué (efectos) de nuestras acciones y actitudes. En otros términos, se actúa moralmente cuando se sabe lo que se está haciendo y las consecuencias de nuestras acciones.

Producto de lo anteriormente señalado, se consideran carentes de libertad moral a: 1. los infantes (niños de temprana edad), porque aun no han desarrollado su mentalidad y consciencia, 2. los insanos mentales, porque carecen o han perdido sus facultades mentales. En ambos casos, por tanto, no puede haber enjuiciamiento ético ni procesamiento legal.

Ahora bien, en el contexto de la Moral, se conciben dos modos de ser concebida y concretada:

  1. Moral Heterónoma: Es la práctica personal sustentada en deberes, obligaciones y/o responsabilidades establecidas por la institucionalidad de que somos parte, vale decir, por la agrupación, organización, gremio o comunidad a la que pertenecemos o habitamos (por ejemplo, los códigos de trabajos, los reglamentos de centros educacionales, las normas religiosas, políticas, deportivas)..
  2. Moral Autónoma: Corresponde a la práctica moral fundamentada en principios y/o valores personales y universales (Justicia, Libertad, Solidaridad y Paz, por ejemplo). Por supuesto, esta Moral Autónoma solo es posible en personas idóneas, educadas y fortalecidas cultural y valóricamente, es decir, en seres humanos que han logrado o están en proceso de alcanzar la   satisfacción y desarrollo de sus potencialidades.

En ambos casos, son instancias ético-morales que buscan la organización de personas y comunidades sustentadas en valores y conductas que propicien el bienestar del conjunto de las personas.

En consecuencia, estamos ahora en condiciones de sostener la enorme importancia de incorporar y profundizar el estudio, la reflexión y práctica de Valores en todos los sistemas educativos del mundo. Consideramos que es una disciplina fundamental para la construcción y logro de sociedades y comunidades libres, solidarias y justas.

“La educación humanista es el conocimiento, no de hechos, sino en valores”. William S. Burroughs, novelista y ensayista estadounidense, siglo XX.

“La educación sin valores convierte al hombre en un demonio más inteligente”. Carl S. Lewis, escritor y pensador irlandés, siglo XX.

“Si vives con valores para ti mismo, te conviertes de gran para todos quienes te rodean”. Bryan Mc Gill, pensador y activista estadounidense, siglo XXI.

Docencia e investigación en filosofía

Universidad de Chile

 

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