Opinión

El respeto a la diferencia ideológica

El respeto a la diferencia ideológica

Por: Óscar Viña Pardo


Las redes sociales son el flanco perfecto para expresar posturas políticas acorde a nuestro sentir o pensar. Pero se han convertido en el mayor foco de violencia entre los extremos, principalmente, y genera desde los comentarios sangrientos en la secuencia de respuestas más y más violencia. 

No estoy escribiendo en contra o a favor de Gustavo Petro o Federico Gutiérrez, tampoco a favor o en contra de los considerados extremas derecha o izquierda. Al final desde sus posturas son lo mismo, personas que agreden y agreden a los demás esperando que desde su preocupación de país se volteen al otro bando. 

No hemos dejado de ser patria boba, y eso lo aprovechan las bodegas de información que brinda este tipo de situaciones para que el algoritmo genere mayores tendencias entre los dos candidatos con mayor exposición mediática de cara a los comicios presidenciales en Colombia.

En el portal las 2 Orillas en el 2014 publicaron esto: En la actualidad, se ven muertos, heridos, maltratados, empujones, madrazos y toda clase de comportamientos que dejan mucho que pensar sobre la sociedad colombiana, aquí no escapa ni la élite, ni la prole, “para todos hay”, los ejemplos sobran, pero ¿cuál puede ser la raíz de tan nefasto comportamiento?

En ese mismo artículo referencia “el peor ejemplo de intolerancia, viene desde el proceso genocida-invasivo, con la llegada de los europeos a el nuevo continente (que de nuevo no tenía nada y tampoco es que los moradores de este paraíso fuesen santurrones), donde de la mano de espadas, pólvora, mutilaciones, violaciones y muerte, los aborígenes aprendieron como usar en mayor grado la violencia y el proceso intolerante en la obtención de un fin, así, el mundo vio el sumario de actos racistas y de segregación más grande que haya presenciado la humanidad.

Los temas centrales de la discusión siguen siendo los mismos, un país que cada quien quiere ver de acuerdo al calidoscopio de la vida, y hablando desde la pasión y no de la razón nada bueno se construye. 

La invitación que hago desde este escrito es a ESCUCHAR, no a oír al otro y poder discernir, no imponer, solo construir, para que desde nuestro entorno primario empecemos por ese verdadero cambio que necesitamos como país. 

Y si alguna postura o comentario no le gusta, piénselo dos veces si vale la pena responder, porque la verdad, creo que estamos es alimentando esa cadena de odio que cada día deteriora más ese tejido social. Como diría la abuela; a palabras necias, oídos sordos. A posturas desde lo económico, pensional, reforma agraria, titularización, acciones de gobierno, salud, educación, cultura, entre otros, pues lea los programas de gobierno que ya están en las páginas oficiales de los candidatos y sale de dudas.

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