Opinión

El enfoque que necesitamos

El enfoque que necesitamos

Por Jaime Eduardo Reyes | Director del Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Ibagué


El índice departamental de competitividad y el de ciudades muestra al Tolima y a Ibagué en el puesto once respectivamente, si se revisa al detalle, muchos de los subpilares estudiados por el índice tienen un bajo desempeño.

Las buenas intenciones no son suficientes para alcanzar mejores desempeños si el enfoque usado no es el adecuado, y claro, la desconfianza e incredulidad de la sociedad con las instituciones seguirá creciendo. Todos los indicadores dan cuenta de la tendencia de desempeños medios en la que se mueve el Tolima e Ibagué.

El enfoque usado se resume en que cada entidad territorial plantea un plan de trabajo que se limita a su división político-administrativa, con poca articulación con otras entidades territoriales, en donde se hace muy poco por lograr sinergias y economías de escala.

Así las cosas, se necesita que pensemos y actuemos diferente de como lo hemos hecho hasta ahora, que replanteemos la forma de entender la ciudad y la región, las interrelaciones de esta con el mundo rural y de cómo se relaciona Ibagué con los municipios vecinos. Insistir en desarrollar Ibagué bajo un enfoque de ciudad uninodal es un error, es hora de implementar el enfoque de Ciudad-región avanzando en la aglomeración.

El último informe del DNP sobre ciudades modernas da pista sobre qué hacer. El Índice de Ciudades Modernas permite determinar los avances y retos en las ciudades y municipios del país, es un indicador sintético y multidimensional calculado a nivel municipal, mide los avances de las ciudades e identifica sus retos.

Ibagué, Montería, Neiva y Florencia presentaron los mayores avances en el índice durante el periodo 2014 – 2020, y aunque Ibagué pasó de un nivel bajo a medio, el desempeño de los municipios es bajo.

Minimizar las brechas entre ciudades capitales y los municipios cercanos posibilita mayores sinergias y mejora la calidad de vida. Para el caso de Ibagué y los municipios vecinos, las brechas son significativas. Un par de ejemplos son pobreza multidimensional y cobertura bruta en educación.

La divergencia de modernidad entre los municipios de la subregión Ibagué-Centro también es significativa. Ibagué es la única que tiene un desempeño medio en el índice de ciudades modernas por encima de 50 puntos, seguida de Piedras y San Luis, mientras que el resto de municipios tienen un desempeño bajo, siendo Rovira el municipio con mayor rezago.  Existe una alta dispersión en el desarrollo municipal al interior de la subregión.

Así las cosas, no es una exageración afirmar que el actual enfoque no le ha servido como quisiéramos ni a Ibagué ni a los municipios vecinos. Por eso, fortalecer el esquema asociativo con el fin de logar la aglomeración sugerida por el informe de ciudades modernas se presenta como una importante alternativa para dinamizar las sinergias entre municipios a partir de proyectos de infraestructura, económicos y sociales.

¿Cuáles son esos proyectos? Asocentro del Tolima presentó varios proyectos sobre los cuales vale la pena trabajar, sin embargo, se requiere fortalecer el enfoque de vínculos rurales-urbanos y dinamizar el propio esquema.

La teoría del crecimiento regional sugiere que para establecer polos de crecimiento y posteriormente polos de desarrollo se debe generar un impulso inicial que incremente la industria, cree economías de aglomeración, impulsando economías de localización y urbanización. Identificar los proyectos motores del desarrollo de la ciudad-región es una tarea crucial.

El estudio de Findeter en 2017 estableció que, dada la importancia de la logística como sector articulador de economías locales con las economías globales, su gran influencia en la eficiencia económica y en la competitividad de los sistemas productivos nacionales y regionales, y con el ánimo de capitalizar las ventajas comparativas del municipio de Ibagué en este ámbito; el sector priorizado es el de logística. Es transcendental desarrollar este sector y su ámbito de influencia capitalizando su posición geográfica, el desarrollo del plan vial terciario, la existencia de la plataforma logística, la instalación de una zona franca y la central de abasto.

La subregión Ibagué-Centro tiene el reto de reducir la inequidad territorial, debido a las grandes brechas existentes entre sus municipios por lo que es clave articular sus sectores a redes de generación de valor. En general, se debe incrementar la productividad y expandir los sectores en los cuales se encuentre una ventaja comparativa. ¿Cuál es la ventaja comparativa de cada uno los municipios que integran esta subregión? ¿Cuál es el proyecto motor que puede crear externalidades positivas en cada municipio? Son preguntas que aún están por responder con mayor precisión.

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