Historias

¿Dos poemas o dos canciones? donde la muerte no se aleja de Santofimio Botero

¿Dos poemas o dos canciones? donde la muerte  no se aleja de Santofimio Botero

"La muerte será fácil, finalmente, lo complejo es la vida, corazón".

Con este epígrafe, que pertenece en la última estrofa del poema, canción o soneto "Entre la vida y la muerte", escrito hace tres días, posiblemente en medio de la lluvia bogotana por el por el exministro y exsenador tolimense Alberto Santofimio Botero, vuelve a reflejar su melancolía y soledad.   

La fina y exquisita pluma de Santofimio, nos lleva a recorrer caminos del Tolima y calles de Ibagué, con la mente llena de lugares comunes pegados a nuestros afectos, y a sentirnos en un paseos imaginario por sitios enclavados en nuestro espíritu y nuestra alma que se nos van o que nosotros dejamos. Es la dicotomía de la vida y la muerte. 

Sin embargo, también nos da lugar a sentirnos llenos y pletóricos de los cámbulos de la plaza de Bolívar o de los tañidos de las campanas de la Catedral que desde las cuatro de la mañana, se convierten en la diana de quienes hemos vivido cerca a estos histórico e emblemáticos lugares.  
    
Esto y mucho más, hasta donde llegue la imaginación, es lo que nos deja Santofimio en estos poemas o canciones.  

Entre la Vida y la Muerte Cámbulos floridos

"Como llenarte  soledad, sino contigo misma"
Luis Cernuda.

Distante está la altura de la estrella
y hay en su luz insólito fulgor
que deja ya en el alma enorme huella
sin que perturbe el raro resplandor.


Cruza en el aire rauda la gaviota
y canta dolorido un ruiseñor
es el paisaje amado de mi tierra
atado ,con amor, a la pasión.

Hay una forma triste de la huida
de lo que más quisimos con fervor
pero, todo lo guarda la memoria

el alma fuerte le prodiga sombra.
La muerte será fácil, finalmente,
lo complejo es la vida, corazón.

Alberto Santofimio Botero
Bogotá, abril 5 de 2020.

"Es el pasado en que perdura, 

el cielo de mi infancia distante

Gastón Baquero, poeta cubano..

Cámbulos de la plaza de mi aldea
que en el rojo encendido de su cara,
recuerdan los instantes de la infancia
que el corazón anhela con porfía.

Cámbulos que sirvieron de corona
a las sienes de la novia temprana,
mientras llamaba a misa la campana
con melodiosa voz de poesía.

Cámbulos que recuerdan cada hora
de nuestra adolescencia iluminada,
en el pasar de las tardes  distraídas

Cámbulos que incendiaron   la alegría,
mientras crecía el fervor en la ventana,
de  esta historia de amor, que no termina.....

Bogotá, en medio de la lluvia, marzo 3 de 2020

Alberto Santofimio Botero

Alberto Santofimio Botero

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