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Fredy González y el triunfo de Egan Bernal

Fredy González y el triunfo de Egan Bernal

Por Henry Rengifo

Tenía 12 años y el amor al ciclismo ya lo ponía a soñar con los grandes del ciclismo mundial.

Ya fuera montado en su bicicleta o caminando por el parque Los Fundadores de su pueblo, o de ida o regreso a la casa después de cumplir con su jornada de estudiante en el colegio Instituto Técnico Industrial, no dejaba de pensar y soñar en que quería ser como el mejor corredor del mundo en ese momento, el italiano Marco Pantani.

Alirio Chizábas era su ídolo en Colombia y Pantani lo era en el mundo.  No dejaba de soñar en que algún día llegaría a Europa a correr en las más importantes  competencias. “Quiero llegar a ser como Pantani”. Lo repetía una y otra vez. Además, ver a su coterráneo Chizábas que ya había ido a correr a Europa, le alimentaba aún más la ilusión. 

Transcurrieron apenas 8 años para que el sueño se hiciera realidad. Y se le dio por partida doble. Llegó a Europa en el año 2000 y convenció y triunfo. El objetivo soñado siete años atrás en el Líbano estaba saliendo al pie de la letra. En el primer Giro de Italia que corre en ese año, Fredy Excelino González Martínez recuerda que en la primera etapa con los compañeros integrantes del equipo Selle se alinearon en la raya de partida, y sin pensarlo y menos sin imaginarlo Fredy se da cuenta que a su lado estaba la figura de la competencia, uno de los favoritos para ganar ese año el Giro. Marco Pantani. ¡su ídolo! “Por la emoción que eso me produjo alcance a sentir que las piernas me temblaban, recuerdo que llegó una nube de fotógrafos y por estar ahí cerca a Pantani, quedé registrado en las fotos”, recuerda Fredy.

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Cuenta que lo saludó y le dijo lo que tenía que decirle: Usted es mi ídolo A partir de ahí nació una estrecha amistad, tanto que en el segundo Giro que corre Fredy (2001), el diario la Gazeta Sport en una entrevista a Pantani le preguntan quién podría ser su mayor rival en la montaña y Pantani respondió que era sin duda el colombiano Fredy González. “Él no va a ganar el Giro pero es un ciclista explosivo, arma la tormenta por lo bien que sube”, dice Fredy que esa respuesta fue la que se destacó al siguiente día en la información que salió publicada. Y Pantani nunca estuvo lejos de esa apreciación. Ese año Fredy González fue campeón de la montaña.

Participar en seis Giros de Italia no es fácil, quien lo logra es un privilegiado y Fredy lo logró. En esa competencia su nombre quedó inscrito para la historia del ciclismo mundial como el único colombiano que hasta el momento ha ganado dos veces la clasificación de la montaña. Esa hazaña la alcanzó en los años 2001 y 2003. En este año también ganó el premio del ciclista más combativo de esta importante prueba italiana.

Perteneciente a la generación de Santiago Botero, Félix Cárdenas y Víctor Hugo Peña, Fredy González también dejó huella en la Vuelta a España. Ganó la carrera de Lombardi, lo mismo que la Vuelta a Malasia.

Desde su óptica de ciclista brillante que usted lo fue, ¿Qué significado tiene este triunfo de Egan Bernal como el primer colombiano en coronarse  campeón del Tour de Francia?

 F.G. Reafirmar el poderío del ciclismo colombiano, eso es lo primero que hay que destacar. Lo otro es la gran enseñanza que le está transmitiendo Egan a las nuevas generaciones, es decir humildad, la seriedad y responsabilidad con que se debe asumir este difícil deporte. Debo confesar que veía a Egan desde el comienzo de la carrera como un candidato fuerte a obtener ese título.

¿Y lo de Nairo Quintana, cómo lo vio?

F.G. Nairo es también un fuera de serie, siempre he dicho que si Nairo en sus momentos de esplendor hubiera contado con un gran equipo, también habría ganado el Tour. Pero bueno acaba de hacer un gran Tour de Francia, se ganó una de las etapas reinas y se ubicó en el top 10 de la general, eso es un triunfo, lo mismo de Rigo. Sentirnos también muy orgullosos de ellos y de todos los colombianos presentes en esta vuelta, que es de locos, es una prueba muy difícil.

Usted fue campeón en dos ocasiones de los premios de montaña nada menos que del Giro de Italia, ¿Ahora con ese gran triunfo de Egan, qué recuerda de ese día memorable para usted?

F.G. Eso produce mucha emoción, ganar dos títulos de mejor escalador en una competencia como un Giro de Italia, es algo maravilloso. Recuerdo la alegría inmensa que sentí, pensé en ese momento en tantas personas que me apoyaron para que lograra salir adelante en este hermoso deporte. Por eso se entiende ese llanto de emoción de Egan, porque ganar un Tour de Francia son palabras mayores.

Con este triunfo en el Tour de Francia se revive el fervor en el país por el ciclismo, muchos niños, muchos jóvenes querrán salir a montarse en una cicla para imitar a Egan. ¿Qué hacer para aprovechar ese entusiasmo, y saber canalizar tanto talento?

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F.G. La afición nuestra por el ciclismo es muy grande y por supuesto que con lo conseguido por Egan, va a aumentar ese entusiasmo. Aquí hay demasiado talento, brotan ciclistas por todas partes y los muchachos son consagrados. Hay que aprovechar el interés de los equipos extranjeros por los ciclistas nuestros, y ahora ese interés va a crecer por lo que acaba de lograr Egan.

¿El apoyo que hoy se brinda es suficiente?

F.G. Falta, se necesita más apoyo estatal, que se le dé continuidad a los procesos, mantener la continuidad a los entrenadores, que se acabe esa indignidad que produce estar mendigando para que a los entrenadores, a los directores técnicos les den un contrato y en la mayoría de los casos, son contratos irrisorios.

Usted es de una tierra que se ha destacado por ser cuna de grandes ciclistas, allí hay mucho talento. ¿Qué hacer para que en el Líbano haya una escuela de ciclismo robusta, organizada, que permita proyectar y estar de manera permanente sacando nuevas figuras?

F.G. Lo que dije antes, más apoyo del Estado, por ejemplo, conocedores del potencial que tiene el Líbano en este deporte, la alcaldía debería, porque tiene la capacidad de contratar un entrenador, establecer un proceso serio. Pero se necesita voluntad para aprovechar esa cantera, aprovechar la altura, la topografía. Lo tenemos todo para afianzar ese potencial. Qué bueno convertir el Líbano en un laboratorio, en un centro de alto rendimiento. Hoy hay dos ciclistas que prometen mucho, son talentosos. Camilo Ardila de Mariquita y Didier Merchán del Líbano. Y hay más muchachos que vienen empujando fuerte.

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