Economía

La resurrección de Tapa Roja

La resurrección de Tapa Roja

Haber mantenido durante los cuatro años de mandato un solo gerente en la Fábrica de Licores del Tolima, es sin duda uno de los aciertos del gobernador Óscar Barreto.

 La costumbre de los gobernantes, en el manejo de esta importante fábrica, ha sido la de estar cambiando de manera constante a los gerentes, además muchos de ellos designados sin el perfil que se requiere. De ahí los inconvenientes de viabilidad que ha tenido que enfrentar esta factoría.

En esta ocasión, la continuidad depositada en una sola persona, sumado el alto nivel gerencial que demostró, pese a provenir del sector político, arrojó los resultados esperados.

Se demostró que esta valiosa empresa lo que necesitaba era una buena administración, así las amenazas de tipo judicial, precisamente por los desaciertos administrativos del pasado, siguen al acecho.

Lo cierto es que en la historia de la FLT dentro de un mismo periodo de gobierno nunca había tenido solo un gerente. Por eso el positivo balance que presenta el gerente Jesús Alberto Carvajal.

Aumento de ventas

Hebert Alberto Lozada, presidente del sindicato de trabajadores de la FLT resume la gestión del gerente Carvajal, con frases contundentes. "Con Jesús Alberto Carvajal, en estos cuatro años hemos vivido la etapa de la resurrección de la fábrica. Su administración fue exitosa por donde se le mire”, dice.

Agrega el presidente del sindicato que las cifras respaldan esa buena calificación. “Al 31 de diciembre de 2018 había vendido más de un millón de botellas, la proyección de transferencias que se había trazado de 35.000 millones de pesos para la salud, educación y deporte se va a cumplir”.

Lozada que lleva 35 años en la FLT, resalta que la gestión del gerente Jesús Alberto Carvajal deja un punto muy alto para el que llegue a reemplazarlo. Afirma que “Fue un gerente con las botas puestas, que en los recorridos que hizo por el departamento, algo que muy pocos en el pasado han hecho, irradió optimismo e hizo que la gente se volviera a enamorar del producto, sería un error que la fábrica retrocediera después de este logro, además es una de las pocas fábricas que le quedan al departamento”.

Y es que los logros saltan a la vista. El más reciente y con el que cierra con broche de oro su gestión: haber modernizado el envase de Tapa Roja. Hoy con la nueva presentación, el aguardiente emblema del departamento, luce atractivo. “Esta botella es más estilizada, está en sintonía con los requerimientos que hoy tienen todas las bebidas alcohólicas que se comercializan en el mundo”, cuenta Jesús Alberto Carvajal.

También hay otros logros interesantes conseguidos a lo largo de estos cuatro años, entre los que se mencionan la nueva forma de hacer mercadeo, además de lograr un histórico en el incremento de las ventas.

Un punto que destacan de la gestión de Carvajal, es la manera cómo le imprimió regionalismo y sentido de pertenencia a este producto. Hizo que los tolimenses y colombianos volvieran los ojos a un Tapa Roja que es un producto que hace parte esencial de la actividad social de la gente.

Primero, la calidad

Cuidar y conservar la calidad del producto ha sido la obsesión permanente del gerente Carvajal.  Producción, comercialización y planificación, han ido de la mano y gracias a ese trabajo, la FLT recibió una de las certificaciones más importantes que entrega el Invima (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos). Se trata de la certificación en BPM (Buenas Prácticas de Manufactura). En ese orden, Carvajal Sepúlveda, logró que hoy la Fábrica cuente con tres certificaciones. La primera, el ISO 9001 de 2015; la segunda, NTC GP 1000: 2009 (Norma Técnica de Calidad), y la tercera, BPM (Buenas Prácticas de Manufactura).

Con estas certificaciones, la FLT queda en el top de las entidades con más proyección en el país.

Otra labor que merece el reconocimiento de la actual gerencia es haber recuperado la planta física de las instalaciones de la FLT. Estas amenazaban ruina y prácticamente su lamentable estado de abandono reflejaban la crisis por la que atravesaba la fábrica.

Carvajal se dio a la tarea de rescatar el edificio, remodelarlo y ponerlo a tono con un producto bandera como es el aguardiente Tapa Roja.

En la actualidad la FLT cuenta con unas instalaciones renovadas, ajustadas a lo que debe ser la fábrica emblemática de los tolimenses, la de más recordación y aprecio. Porque lo que sí logró Jesús Alberto Carvajal fue despertar amor por esta factoría que arranca desde los mismos funcionarios. Amabilidad, esmero por una buena atención al cliente y servicio a los usuarios, es lo que hoy irradian los empleados de la FLT. Todo eso inyectado con el ejemplo de un gerente comprometido.

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