Por Henry Rengifo

Si hay una prioridad en este momento donde los ibaguereños deberían concentrar esfuerzos es en la urgente necesidad de renovar el Concejo Municipal.

 Es indiscutible que en esta corporación se juntan todos los problemas que durante años han dado origen al atraso que en varios frentes hoy presenta Ibagué. Nos acostumbramos a responsabilizar solo a los alcaldes de todo lo malo que le ha ocurrido a la ciudad en los últimos años, mientras el Concejo Municipal, como si nada, pasa incólume.

Por supuesto que, en esa innumerable lista de desaciertos, los alcaldes tienen mucha responsabilidad, pero el mayor comprometido de esa debacle es el Concejo Municipal. Podría decirse que, por los menos, desde hace dos décadas, el Concejo de Ibagué dejó de cumplir la misión de verdadera’ junta directiva’ del municipio.

 De manera penosa y vergonzosa se convirtió en una lánguida corporación que al no ejercer con rigor el control político, al no hacer vigilancia y seguimiento estricto a los procesos, aquellos problemas que debieron haberse solucionado desde tiempo atrás, hoy continúan peor que antes.

“Con el ‘pacto histórico’ que acaban de hacer algunos movimientos alternativos en el sentido de presentar listas únicas al Senado y Cámara en 2022, sería interesante explorar esa figura para el Concejo de Ibagué”.

Ibagué es en la actualidad una de las capitales intermedias del país con la peor malla vial y ese problema no nació ayer, desde hace 25 años pese a que se ha invertido mucho dinero, los ibaguereños en todo este tiempo han tenido que lidiar con la mayoría de calles desbaratadas. Algo pasa ahí, pero el Concejo no se inmuta.

El Ibal, una empresa con todas las fortalezas para ser generadora de riqueza, se debate en una permanente crisis, llevada allí por la ineptitud que arroja la  politiquería y clientelismo, donde no ha habido poder humano que haga posible la culminación del acueducto complementario. Algo pasa ahí, pero el Concejo tampoco se inmuta.

El gasto al parecer exorbitante en contratación de personal por parte de los últimos alcaldes. Guillermo Alfonso Jaramillo, 140 mil millones de pesos, el alcalde Hurtado en el primer año, 24 mil millones. Y el Concejo tampoco se inmuta.

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Sin dejar de mencionar lo ocurrido con los escenarios deportivos, donde por supuesto el Concejo tampoco se inmutó.

Con el ‘pacto histórico’ que acaban de hacer algunos movimientos alternativos en el sentido de presentar listas únicas al Senado y Cámara en 2022, sería interesante explorar esa figura para el Concejo de Ibagué.

Una lista cívica conformada por hombres y mujeres independientes, sin jefes políticos, donde se mezcle experiencia y juventud, con procedencias ideológicas distintas, pero eso sí con alta solvencia moral y ética, sobre todo que prime el interés de la ciudad. Y nombres hay y muchos y quieren.

Será la lista de concejales que van a redimir el Concejo con control político y transparencia, eso significa no recibir contratos ni puestos burocráticos a cambio de aprobar Acuerdos inconvenientes o guardar silencio ante actos con tintes de corrupción, es decir independencia plena del ejecutivo. Además, que como concejales adquieran el compromiso de estar solo dos periodos y que rindan cuentas periódicas a la ciudadanía.

Debido al pesimismo que siempre aparece cuando surgen iniciativas de este tipo, es probable que algunos se muestren reticentes a esta idea, pero no se pierde nada con intentarlo. Si lo del ‘pacto histórico’ sale bien, esta también lo puede ser.

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Finalmente, vale decirlo que hacía rato no se veía en el Concejo de Ibagué una oposición independiente como la que hoy ejercen los concejales Jaime Tocora y Rubén Darío Correa, lo mismo decir del Concejo del Líbano, donde dos mujeres, Dana Castro y Sandra Grisales, se han encargado de devolverle el prestigio a esa corporación y además de redimir el ejercicio de la política. 

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PD. Algunos dirán por qué no hacer extensiva esta idea a la Asamblea Departamental. La verdad ahí se vuelve compleja, si hay una elección que cada día pierde entusiasmo es la de la Asamblea. Es más, hoy mucha gente se pregunta si las Asambleas Departamentales son importantes.

PD. ExConstituyente y exalcalde de Bogotá, Jaime Castro: “En los concejos municipales está el origen de todos los vicios y males de las alcaldías. Bastaría con que esas corporaciones cambien su actitud y comportamiento frente a las administraciones que deben controlar”.

PD. ExConstituyente, exgobernador de Nariño, exalcalde de Pasto, Antonio Navarro: “Mi estilo de hacer política y de gobernar siempre ha estado y estará alejado del clientelismo y la politiquería. Yo dije: no vine a Pasto a darles ni puestos ni plata a los concejales”.

PD. Exgobernador, exalcalde de Medellín y excandidato presidencial, Sergio Fajardo: “…Las coaliciones resultan muy útiles para elegir al contralor municipal y ahí se deriva en la mayoría de los casos, el de tapar y el de robar…nosotros no hicimos coaliciones con el Concejo porque es abrirle la puerta al clientelismo y se termina en yo le hago este favor y me da unos puestos en tal secretaría o te apoyo en la aprobación de tal proyecto…”.

• Ex jefe de redacción de Tolima 7 días
• Autor del libro ‘Las claves de los buenos alcaldes’