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‘Rika Chá’, los snacks de arracacha que creó un niño campesino en Cajamarca

‘Rika Chá’, los snacks de arracacha que creó un niño campesino en Cajamarca

Por Alejandro Hernández


Harrison Vargas Ángel es un niño campesino de Cajamarca que a sus 13 años creó Rika Chá, una microempresa que convierte la arracacha en deliciosos pasabocas o snacks.

Junto a sus dos hermanos y sus padres con quienes vive en la finca Bellavista de la vereda La Tigrera, Harrison se percató que los pasabocas de arracacha que ellos comen diariamente como merienda, también les podrían gustar a otras personas.

Rika Chá nació con la intención de buscarle nuevos canales de comercialización a la arracacha. Además, para ser sincero, a mí y a mis hermanos, en snacks es la única forma que mi mamá nos hace comer la arracacha. Pensamos que a más niños como a nosotros no nos gusta la arracacha, entonces se nos ocurrió sacarla en snack”, cuenta Harrison.

Rika Chá se vende en unidades de 40 gramos, a $ 2.000 cada una.

En ese sentido, el niño microempresario resalta que todo el proceso de Rika Chá es artesanal. Desde la siembra hasta la cosecha del tubérculo, el proceso es completamente natural.


Nos ha parecido impresionante que llevando poco tiempo el proyecto haya tenido tanta acogida. Yo creo que se debe a lo innovador del producto”


Nosotros desde hace cinco años venimos trabajando con una tecnología que son biomoléculas orgánicas inteligentes con nanotecnología. Gracias a esto se han descontaminado los suelos y se ha mejorado la calidad del cultivo”, puntualiza.

Una vez cultivada y cosechada la arracacha, Harrison y su familia lavan el tubérculo y le aplican especias naturales. “Se le hace un tajado muy delgado y se pasa por fritura; estamos utilizando un aceite de gran calidad. Así salen sequitas y crocantes, listas para el empaque”, explica.

Gran acogida

La microempresa surgió hace un mes y medio aproximadamente. Sin embargo, en tan poco tiempo ha tenido una acogida importante en redes sociales y en tiendas de Cajamarca.


“Mis hermanos y yo somos la cuarta generación de la familia que trabajamos con la arracacha. Somos campesinos orgullosos de nuestro municipio”


Nos ha parecido impresionante que llevando poco tiempo el proyecto haya tenido tanta acogida. Yo creo que se debe a lo innovador del producto, mucha gente nos dice que nunca habían visto un snack de arracacha”, expresa.

Adicional a eso, Harrison recalca que Rika Chá también pretende rendirle homenaje a la cultura campesina de su familia y de Cajamarca. “Mis hermanos y yo somos la cuarta generación de la familia que trabajamos con la arracacha. Somos campesinos orgullosos de nuestro municipio. Siempre hemos vivido en el campo y es algo que agradezco infinitamente a mis padres y mis ancestros; somos muy privilegiados”, manifiesta.

Harrison participando en una movilización social del paro nacional que inició el pasado 28 de abril.

Deseos de aprender más


“Los jóvenes no ven futuro acá en el campo y se van a la ciudad, y eso es algo muy triste”


Y es que Harrison asegura que quiere dedicar toda su vida a progresar en el campo; a reivindicar el oficio del campesino. Dice que le gustaría salir a prepararse académicamente, con la firme intención de regresar a la ‘Despensa agrícola de Colombia’.

Me capacitaría, seguiría con este proyecto de Rika Chá, me iría a la ciudad, pero para volver al campo a seguir. Los jóvenes no ven futuro acá en el campo y se van a la ciudad, y eso es algo muy triste. En mi caso la verdad no lo dejaría, antes lo apoyaría para que más jóvenes busquen su propósito de vida acá en el campo”, dice.

Más allá de la agricultura y de Rika Chá, Harrison se proyecta como un activista del campo. Eso le viene de familia. Su padre Bernail Vargas y su madre Martha Inés Ángel, lideran una asociación por la reivindicación de los campesinos de su vereda. A su vez, a Harrison además le preocupa la fauna y la flora de su territorio.

Pertenezco a un grupo que se llama Guardián de las Aves. Somos nueve niños a nivel nacional, enseñando a más niños guardianes de muchas partes, con fines de conservación, hábitat, fauna y flora”, relata.

Fotografía espectacular tomada por Harrison.

De hecho, el logo de Rika Chá lo componen una arracacha y un loro orejiamarillo, insignias de la cultura cajamarcuna. “El logo lo diseñamos en familia, pensando en las riquezas de nuestro municipio. Además, que el loro orejiamarillo y la arracacha comparten los mismos colores, el verde y el amarillo, los cinco nabos de la arracacha representan los cinco elementos: tierra, agua, aire y fuego, y el quinto es el amor por nuestra tierra, afirma. 

El primer lugar donde enseñó a Rika Chá fue en su colegio la Institución Educativa Agroindustrial, donde cursa grado séptimo. En las mañanas estudia y las tardes las dedica al emprendimiento y su amor por las aves.

Actualmente Rika Chá cuenta con una presentación de 40 gramos, que cuesta $ 2.000 la unidad. Quienes deseen comprar el producto, pueden conseguirlo en Urapanes del Bosque, El Edén Coffe, Naturista Prama, Mercatienda Santa Helena y parador La Paloma, todos lugares de Cajamarca. O comunicarse a la línea celular 3157832540.

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