La destacada actuación del atleta tolimense, oriundo del Líbano, Jeisson Suárez, en la maratón para varones en el cierre de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, no es casual.

Ese puesto 15 entre los mejores del mundo, dejando la marca de ser el mejor latinoamericano en esta difícil y exigente prueba de los Juegos Olímpicos de Tokio, es el resultado de la disciplina y responsabilidad como Jeisson Suárez ha asumido su carrera deportiva.

Le puede interesar nunca duden que dejaré el alma, el cuerpo y el corazón

Lo había advertido pocas horas de encarar este duro compromiso:  “Independiente del resultado, nunca duden que dejaré alma, cuerpo y corazón”. Y cumplió. Se sabía que obtener una medalla olímpica en esta modalidad cuando de por medio estaban rivales de mucho más recorrido, no era fácil, pero Jeisson no se amilanó. Lo cierto es que se convirtió en uno de los mayores animadores de la carrera, al punto que la lideró hasta promediar la mitad de la competencia.

Son 42.1 kilómetros, lo que significa que es una carrera exigente, pero Jeisson la enfrentó con pundonor, además no es sencillo, tener al frente a un Eliud Kipchoge de Kenia quien finalmente volvió a obtener la medalla de oro que había logrado en Río de Janeiro. Además, Kipchoge es plumarquista mundial, pero ahí se paró Jeisson, con toda la gallardía.

Lo realizado por Jeisson es memorable y llena de orgullo al atletismo colombiano, que presenta un buen balance en estos juegos Olímpicos. El libanense Jeisson Suárez registró un tiempo de 2 horas, 13 minutos con 29 segundos. Hay que decir que el otro colombiano en la competencia, Iván González no terminó.

Fue tanta la euforia que despertó este sábado Jeisson Suárez en su tierra natal, Líbano, que sin duda será un aliciente para las nuevas generaciones de atletas de este municipio, cuna de grandes deportistas.