Javier Vejarano, apasionado del teatro y la vida, no siempre fue ese artista espontáneo al que muchos hemos visto subido en una tarima. Cuando era solo un niño, uno de sus mayores temores era que el profesor de música lo pusiera a cantar en público.

Los cimientos de su amor por el teatro se dieron en el Líbano, en las aulas del emblemático Isidro Parra. Las obras que presentaba el grupo de teatro experimental TEIPA, nunca dejaron de impresionarlo, a pesar de que hasta entonces no concebía la idea de hacer parte de este mundo artístico.

Tras una mala experiencia con la teología y el mundo religioso, pero aún con un firme deseo de ayudar a los demás, decidió estudiar en la Universidad Nacional, Trabajo Social, donde cursó cinco semestres.

Estando en la Universidad Nacional entendió que su vocación no era el trabajo social, empezó a asistir a los talleres de teatro y con los conocimientos que adquirió desertó de sus estudios, posteriormente regresó a su pueblo (Líbano) a hacer teatro.

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Allí comenzó a presentarse en las calles, realizaba performances de títeres y con el apoyo de otros chicos que sí estudiaban teatro aprendió a hacer máscaras y mimos, estas actividades le permitieron descubrir qué era lo que realmente le apasionaba. 
En ese momento inició sus estudios en la Escuela Nacional de Arte Dramático – ENAD.

El obtener su título como profesional, le permitió ser parte de la Universidad del Tolima, en donde dictó talleres de teatro durante más de 20 años, y donde realizó 16 festivales universitarios de teatro. Este 2022 se retiró del alma máter dejando un gran legado.

 “Venir a este campus es lo mejor que me ha pasado, esa energía que se expande de la juventud, ese ambiente de estudio, de investigación, de crítica, dan esa sensación como de atmósfera, es lo mejor que le puede pasar a un trabajador, además como ya había estado en la Nacional, tenía afinidad con lo público y caí bien”. Expresó el profesor Javier Vejarano para Medios UT en 2018.

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Homenaje en el Líbano

Este 27 de marzo, en conmemoración del Día Internacional del Teatro, se llevó a cabo en su pueblo, un homenaje a Javier Vejarano. 

“En zancos un poeta enmascarado de la libertad, atleta del teatro, amigo, jaguar, humano de lo humano, anarco del absurdo, camarada filibustero y vitalista cómico… sobre la escena ondea su bandera, nuestro hijo de la tierra” decía el flyer con el que se promocionó el evento.
 
La idea del evento nació desde un colectivo, cuyo interés era que a través de distintas agrupaciones teatrales se le hiciera un homenaje a Javier Vejarano, después de su retiro de la Universidad del Tolima. Un acto realizado por las agrupaciones en donde ahora están sus antiguos alumnos.

“Todos estos grupos que se presentaron son el legado que él ha dejado al municipio de Ibagué y al departamento del Tolima, el impacto que tuvo en el teatro universitario fue bastante grande, muchos grupos de teatro se crearon con base en su forma de ver el mundo” contó para El Cronista.co, Luis Faber Peña, miembro de Médula Teatro.

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Corporación Probeta Teatro, Médula Teatro, Casa Dulima, Sol Cedro Teatro, Tamara Teatro, A-vuelo títeres, Mohan Machín Títeres, Poesía Oscura, Tolima Fantástico, Eclipse Teatro, Histrión Teatro y Monachos Títeres y Payasos, fueron las agrupaciones que hicieron parte de este homenaje.

“Javier Vejarano representa a una persona luchadora por el teatro en todos los procesos de creación y formación, es un referente cultural y teatral para todos nosotros. Él se autodenominaba anarquista, ateo, pero sobre todo humano. Así que nos enseñó a reconocernos como humanos, pero también a reconocer al otro” contó Faber Peña.

Además del homenaje a Vejarano, la jornada del Día internacional del Teatro buscaba también, recordarles a las personas que el teatro existe y que hace parte de la memoria colectiva e histórica de la humanidad.