Tras las medidas de distanciamiento social producto de la pandemia y los nuevos lineamientos nacionales, cerca de 5 mil estudiantes de la Universidad de Ibagué retomaron la presencialidad, cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad para hacer de este regreso una experiencia sostenible y grata.

Volver al reencuentro con amigos, crear nuevos vínculos, enfrentarse a la inmensidad del campus o descubrir las posibilidades de formación complementaria en espacios culturales o deportivos son los desafíos que experimentarán los educandos, tras dos años de formación remota.

Durante esta jornada, los jóvenes, en su mayoría aquellos que no habían podido recorrer su casa de estudio, abordaron en una feria de servicios todo lo que les ofrecen el Centro de Idiomas, la Unidad de Permanencia y la Oficina de Relaciones Internacionales.

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El complemento ideal

Pero también descubrieron todos los programas que ofrece Bienestar Universitario, que, según lo explicó su directora, Bibiana Lucía Barreto, comprende “las áreas de cultura y deporte, grupos de interés y de proyección artística y todo lo relacionado con asesoría psicológica”.

Este es un paso importante que reactiva la vida social de los jóvenes y les facilita el relacionamiento con nuevos amigos, quienes, sin duda, aumentan su visión global mediante el compartir académico y la confluencia de diversas culturas procedentes de distintos departamentos del país y el mundo.

Jhonny Alexander Lozano, profesor de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales, mencionó que uno de los desafíos más importantes para la comunidad universitaria al regresar es la innovación y enfatizó en la oportunidad de crear la profunda reflexión pedagógica sobre el hecho de estar y compartir con otros desde un agente vivo y transformador como Unibagué.