Para nadie es un secreto que las entidades financieras cada vez se blindan más en cuanto a la  administración de sus cuentas bancarias. Para ello,  tienen dentro de los procesos dos claves de seguridad que dependen, la primera  del responsable de la clave de ingreso, que conocen máximo dos personas, el alcalde y el tesorero, y la segunda, del responsable del token, elemento de seguridad que cambia la combinación numérica cada 30 segundos. 

Por eso, cuando el alcalde de Purificación Cristian Barragán expresó al Cronista.co que habían sido sustraídos más de 10 mil millones de pesos entre el 24 y  el 27 de diciembre del año anterior a través de transferencias ilegales a cuentas de personas particulares, las alarmas se encendieron. 

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De acuerdo con expertos en delitos de esta clase, las dudas e incertidumbres son muchas, la primera de ellas tiene que ver con el uso de las claves de validación que se colocan generalmente en una IP que está registrada, haciendo que su aceso sea muy restringido. 

El segundo item a analizar está en las transferencias a cuentas particulares como lo señaló el mismo mandatario local, para que se de este procedimiento se requiere primero inscribir las cuentas en el mismo banco, haciendo entonces que el caso sea más sospechoso porque hablamos de un tiempo en donde existían días laborales. 

En los próximos días las autoridades darán a conocer más detalles sobre lo ocurrido en la Villa de las Palmas de Purificación, en donde todo indica que el caso por lo complejo y porque la cantidad de dinero que se reporta es significativo,  será una investigación profunda que debe arrojar resultados pronto, pues los ojos del país están puestos sobre este singular caso.