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Francisco Peñaloza, el último buen alcalde que tuvo Ibagué

Francisco Peñaloza, el último buen alcalde que tuvo Ibagué

Francisco José Peñaloza Castro, o mejor ‘Pacho’ Peñaloza ha sido el personaje más importante de Ibagué en los últimos 40 años. Después de 18 años de ausencia sigue siendo considerado el mejor alcalde que ha tenido la capital del Tolima.

Un día como hoy, el 15 de mayo de 1927, nacía en la ciudad de Ibagué, Francisco José Peñaloza Castro, quien se convertiría en uno de los mandatarios políticos más influyente en la historia reciente de Ibagué y del Tolima. Su legado siempre está haciendo eco gracias a las obras que ejecutó con enorme visión.

Peñaloza nació en el seno de una familia conservadora. Hijo del empresario Francisco Peñaloza Castillo, propietario de la Fábrica de Gaseosas del Tolima, ahora parte del Consorcio Postobón. Su primaria la hizo en el colegio, antes conocido como los Hermanos Maristas. Sin embargo, se graduó como bachiller del Colegio Tolimense. Fue un hombre de profundo pragmatismo. En alguna ocasión en los tantos momentos que citaba a su padre como su mejor ejemplo dijo que prefirió “viajar por el mundo para conocer y luego venir a poner en práctica”.

A los 39 años llegó por primera vez a la Alcaldía de Ibagué. Corría el año 1966, y fue designado en el gobierno del conservador Guillermo León Valencia. A partir de ese momento inició su ascendente carrera política. Fue concejal de Ibagué en dos ocasiones y representante a la Cámara por el Tolima.

En 1990 llegó de nuevo a la Alcaldía de Ibagué como alcalde cívico, en esa ocasión gracias al voto popular. El 11 de marzo de ese año fue elegido, tras derrotar al ‘santofimismo’. En ese gobierno, bajo el liderazgo pragmático de Peñaloza, y por su talante visionario, se empezó a trazar y construir la Ibagué que hoy en día prevalece.

Obras

Hoy, una persona desprevenida que va por la Avenida Ferrocarril  y pregunta en qué gobierno se hizo esa vía, la respuesta es en la Alcaldía de Peñaloza. Y así pasa con la Avenida Ambalá y su prolongación, lo mismo ocurre con la Avenida Guabinal y la Avenida de Calambeo, la Avenida 60. Vías que abrieron la ciudad, que permitieron que Ibagué pasara a tomar un carácter de capital intermedia en vía de progreso urbanístico. 

Además, construyó espacios como la plazoleta Darío Echandía, en pleno centro, y en un momento clave reestructuró la que hoy en día se conoce como la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL).

Y en esa visión quiso que los ibaguereños pudieran tener acceso a señal de televisión internacional gratuita y crea lo que los ibaguereños bautizaron como ‘Telepacho’. 

Su legado como gobernador

En su periodo como gobernador del Tolima, ‘Pacho’ Peñaloza también dejó huella. Varios municipios donde la comunicación por carretera entre uno y otro era un desastre, llevó el pavimento.

Otra obra que le generó todos los dolores de cabeza por su estilo de “se hace o se hace”, fue la construcción del Centro de Convenciones, cuyo nombre él mismo lo propone :‘Alfonso López Pumarejo’.  Y lo propuso porque ‘Pacho’ Peñaloza consideraba que López Pumarejo era el tolimense más importante que había dado el Tolima.

Lo más seguro, dicen por ahí, es que si ´Pacho’ Peñaloza no hubiera tenido la visión de construir este Centro de Convenciones, Ibagué hoy carecería de un gran escenario para hacer los grandes eventos.

‘Pacho’ Peñaloza siempre pensó convertir el centro de Ibagué en un lugar estratégico de la ciudad para grandes eventos nacionales. Fue el primero que empezó a hablar de convertir el panóptico en epicentro de la cultura y enlazarlo con el Teatro Tolima (‘Pacho’ Peñaloza restauró, remodeló y amplió el Teatro Tolima) y el Conservatorio y la Concha Acústica. Por eso el proyecto era Centro de Convenciones en el primero piso de la Gobernación y conectarlo con el Hotel Ambalá y el gran edificio de la ‘Beneficencia’, con helipuerto.  

Después de ‘Pacho’

Ibagué ha tenido ocho alcaldes desde Francisco Peñaloza. Sin embargo, ninguno ha logrado ofrecer los mismos resultados, en términos de calidad y cantidad. Las pocas obras de infraestructura que se han ejecutado siempre han estado bajo la lupa de la crítica por sus cuestionadas ejecuciones en calidad y costos, llámese panóptico, puente del Éxito, Parque de la Música…

Pacho Peñaloza también tenía una característica que muy pocos han logrado emular: la enorme capacidad de gestión con un estilo descomplicado pero efectivo.

“Peñaloza es el personaje más importante que ha tenido Ibagué en sus últimos 40 años, por lo menos. Nunca la ciudad ha visto tanta prosperidad, como la vivió en la época de Francisco Peñaloza. Ha sido el último mandatario que, al finalizar su gobierno se paseó por la carrera Tercera, y lo único que le cayeron fue flores”, resalta Samuel Gómez, quien fue su secretario de Despacho en varias oportunidades y una de las personas junto al abogado Julio César Montañez, de más confianza que tuvo ‘Pacho’ Peñaloza.

Samuel Gómez, quien en la actualidad funge como jefe de debate de la campaña presidencial de Gustavo Petro en el Tolima, recuerda que la Alcaldía de Peñaloza fue la mejor del país en su momento, incluso reconocido como tal por la Comisión Económica para la América Latina y el Caribe (CEPAL).

“Era un hombre pragmático. Cuando él definía una causa, se empecinaba y las terminaba sí o sí. Tenía una visión de ciudad impresionante, y se dedicaba a ejecutar. Su éxito se basó en su empeño por ejecutar y olvidarse de temas políticos. Por eso las últimas grandes obras las trazó él, porque no ha habido el suficiente empeño para buscar el desarrollo de la ciudad”, recalca.

Peñaloza murió el 21 de junio del año 2004, a los 77 años de edad. Pese a su gran legado, solo un complejo de canchas de fútbol, ubicadas en la calle 60, le rinde homenaje, a quien tal vez sea el refundador de la ciudad, luego de Andrés López de Galarza.

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