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El negro tiene 'tumbao'

El negro tiene 'tumbao'

Cada vez que hay clase de rumba en el Centro Médico y Deportivo Bodytech en horas de la mañana o la tarde, el salón de espejos se llena.  Adelante, un ibaguereño de 27 años de edad que empieza a ponerle ritmo, sabor, energía,, mientras hombres y mujeres comienzan a danzar al mismo paso. Movimientos aérobicos que incluyen cadera, hombros, cintura, espalda, pantorrilla. Todo el cuerpo al unísono de una tonada se estremece bajo la dirección de Harold Ignacio Vargas Molano, un bailarín profesional.

En diálogo con El Cronista.co Harold nos cuenta parte de su vida y cómo se convirtió en un hombre fitness. Inició hablándonos de sus padres, dos reconocidos bailarines en el Valle del Cauca, en especial en Cali, donde Betty o Lupita –nombre artístico- atraía la mirada y admiración de los asistentes a los diferentes espectáculos cuando empezaba a realizar las coreografías al lado de su parejo. Primero con el diablo Rublin, con quien tuvo dos hijoa y luego con Jesús María Vargas, papá de Harold.

De la academia de baile Hollywood en Cali pasaron a la de baile Multiritmos en Ibagué, lugar donde empezó a vivir a finales de la década del 90. Ibagué es su casa, aquí terminaron de criar a sus hijos, inclusive, antes de nacer Harold, Lupita realizó muchas presentaciones artísticas en diferentes clubes de la ciudad. Desde ahí el Negro como le decimos cariñosamente, empezó con su 'tumbao'. Ese que saca a relucir con compases como la salsa, salsa choque, la champeta, merengue, reggaetón, zamba, entre otros.

 

Multiritmos es la academia de baile más antigua de la ciudad, comenta Harold, allí gateo, dio sus primeros pasos, corrió y empezó a danzar. Con sus dos hermanas. Angélica y Erika fue perfeccionando las coreografías y rutinas de cada ritmo musical. La primera hoy radicada en Boston, Estados Unidos desde hace 8 años, donde da clases de ritmos latinos y contemporáneos. La segunda, en Ibagué en la academia, experta en danza árabe y zamba.

 

En la academia tienen alumnos de diferentes edades, preadolescentes y hasta adultos mayores, entre ellas Elvirita, una señora de 88 años de edad que disfruta de cada una de las clases que recibe en Multiritmos. Hay estudiantes en cursos básicos y otros en avanzados. Algunos quieren aprender la danza árabe o las coreografías de pareja o  colectivas. Todo depende de la necesidad. Lo importante como dice Harold “es que el hombre siempre haga lucir a la mujer en el baile, que ella sea la estrella”.

Harold se siente orgulloso por pertenecer a la familia de Bodytech. Maneja clases grupales de rumba, circuitos funcionales, Pilates, y master senior, que es para el adulto mayor. Aunque su jornada laboral inicia a las 6 de la mañana, ya a las 5 está activo, preparándose para un nuevo día. A la academia que está ubicada en la carrera 5 con calle 22 esquina, en la antigua Viña de Orly llega a las 11 de la mañana. Allá se integra al resto de instructores que son parte de su familia consanguínea. Mamá, hermana y sobrinas. Regresa al centro médico a las cinco de la tarde y luego nuevamente a la academia.

Los fines de semana, gracias a su experiencia en el manejo de público, junto con dos bailarinas, una de ellas su sobrina, realiza shows de la hora loca. Momento de la fiesta donde expone todo su repertorio y en conjunto con este par de lempo de mujeres trasmite alegría a los asistentes de la fiesta.

Por su calidad y cualidad artística ha estado tentado a radicarse en otros países como China, Estados Unidos de América e Italia, pero cree que aun no es el momento de partir de la ciudad. Quiere compartir el máximo de tiempo con la persona que más ama, su madre, esa que sigue marcando el compás y ritmo en la academia de baile e inyecta vida a todos los suyos.

Para sus estudiantes en el centro médico, Harold es un instructor junto con Dina diferentes. Han estado en otros centros deportivos del país e inclusive Perú y no encuentran ese mismo swing y sabor al momento de iniciar la clase, como si ocurre en Ibagué. Algunos se atreven a catalogarlo como el mejor de Colombia. Es de Ibagué y para El cronista.co exaltar ejemplos de vida como el de este bailarín es ratificar nuestra filosofía de mostrar gente grande que no figuran en la política, deportes  u otras actividades, pero que contribuyen hacer grande nuestra región y que sea un lugar  especial.

 

Textos:  Oscar Viña Pardo 

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