Opinión

Votaciones y confusiones

Votaciones y confusiones

Por: Edgardo Ramírez 


Los partidos políticos fuertes, son el fundamento esencial para el sostenimiento de la democracia, mientras que la multiplicidad de movimientos y facciones electoreras, deslegitiman su sentido y esencia, para convertirla en un disperso grupo de intereses que destruyen las aspiraciones de los pueblos.

En las próximas elecciones de Congreso y presidente de la república, son de gran importancia que algunos electores no se dejen confundir por los caza votos para la elección de candidatos  de otras regiones que ninguna relación tienen con el Departamento del  Tolima y por consiguiente ningún compromiso social ofrecen a cambio, porque los acuerdos son de espaldas al elector entre personas  que hacen un trueque con la voluntad popular, como consecuencia de la inconveniente circunscripción nacional para elegir el Senado de la República.

Otros votantes olvidan que en este año, las elecciones para elegir los integrantes a la Cámara de Representantes y Senado de la República para el periodo 2022- 2026,  que conforman el poder legislativo, se celebrarán el próximo 13 de marzo, fecha que coincide con las consultas que financia el Estado, a los partidos y movimientos políticos para la selección de candidatos a la presidencia de la república,  que será el 29 de mayo para la primera vuelta que requiere que el ganador haya obtenido la mitad más uno de los votos, de lo contrario, será necesaria una segunda vuelta que se realizará el 19 de junio de este año.

Las elecciones de Congreso representan al ciudadano por su relación  directa con el elegido en nuestro sistema democrático, y son de especial importancia con relación a las presidenciales, por cuanto los congresistas son quienes aprueban las leyes de interés público que benefician o perjudican a distintos sectores de la sociedad. Sin la aprobación del Congreso no es posible que el presidente de la república pueda llevar a cabo sus proyectos de ley o aspiraciones de gobierno, que consulten a las mayorías representadas en un Congreso capacitado y  limpio de artimañas. De no ser así, que exista una fuerte oposición que ejerza  control a las actuaciones de las demás ramas del poder público.

De lo contrario, tendría el presidente que utilizar entre otras alternativas,  mecanismos de excepción, mediante decretos con fuerza de ley, para lo cual se exigen condiciones especiales, como el estado de emergencia económica, social y ecológica  y conmoción interior, siempre basados en el respeto a los tratados internacionales, la Constitución y los Derechos Humanos, estados de excepción que no pocas veces son utilizados por los gobernantes para finalidades distintas a las establecidas en la ley, cometiendo abusos y arbitrariedades ante todo en los derechos fundamentales de la persona. Es un imperativo ético que se reformen las calidades para ser presidente de Colombia, actualmente la exigencia constitucional es tener 30 años de edad, mientras que para un cargo de mediana importancia se requieren títulos académicos, experiencia y otros requisitos. Por eso, extrañamente han proliferado las personas y movimientos políticos  liquidados por sus fundadores o por falta de votos como Nuevo Liberalismo y Verde Oxígeno, que nuevamente el  CNE, les otorgó dudosamente personería jurídica.

Los ciudadanos deben examinar a quienes eligen, se los invita a votar pero no se les explica que no pueden votar en varias consultas, como lo hacen aquellos que se inscriben por firmas porque no representan a nadie y son una burla a la democracia y un inicio de la corrupción electoral, porque en la recolección, los firmantes lo repiten a varios candidatos y generalmente son pagadas.

En las elecciones próximas a realizarse se definirá  un destino fundamental   para Colombia. Tendrá el  ciudadano una gran responsabilidad consigo mismo y con el país al votar para Congreso y presidente de la república,  ante el llamado engañoso de movimientos políticos y candidatos inexpertos que no representan a nadie, que manifiestan desconocer los derechos adquiridos contenidos en la Constitución y otros  son los mismos que han representado a los grandes privilegios  y no han tenido contacto con el pueblo sino en propaganda de televisión, que lleva a pensar que solamente son fortines políticos que prometen el oro y el moro, mientras el país se encuentra en una gran crisis económica y social, que es la razón del descontento general que está llenando las plazas del país, porque las propuestas  sociales están en consonancia con las necesidades de los más desvalidos de la fortuna.

Otra opción para el elector, es expresar su voluntad el día de elecciones, con el voto en blanco contenido en el Acto Legislativo 01 de 2009, que en caso de que gane ese voto, deberá repetirse por una sola vez la votación y tratándose de elecciones unipersonales no podrán presentarse los mismos candidatos, y en las corporaciones públicas, no se podrán volver a presentar quienes no hayan alcanzado el umbral. 

Votemos sin exclusiones, deponiendo los odios bien o mal fundamentados y entendamos que la salvación de nuestro grupo nacional, debe  estar en un entendimiento global y en una serie de mutuas concesiones, de lo contrario no habrá paz y seguirá la injusticia, la violencia y la corrupción como el origen de todas las iniquidades y atropellos.

Votemos por el cambio para una sociedad mejor, donde quepamos todos y no unos pocos.

Votar es un ejercicio democrático necesario, que conlleva en sí mismo contradicciones desde luego admisibles, pero debe ser razonable,  libre y exento de presiones y engaños.  

*Ex Secretario General.
Ex  Registrador Nacional del Estado Civil. (e).

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