Quien vaya a viajar a Europa, fíjese muy bien porque no siendo cierto lo que dice el Gobierno en cuanto a que todas las vacunas sirven sin importar la marca, algunos países no aceptan la SINOVAC, tal como me acaba de suceder personalmente luego de mi frustrado viaje a París recientemente.
Era un obsequio de cumpleaños de mi hija Catalina, quien había ahorrado más de un año con la ilusión de llevar a su papá a conocer la Torre Eiffel.

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Fue así, como en obediencia a lo dispuesto por la Nueva EPS a la cual me encuentro afiliado, me aplicaron la primera y la segunda dosis dentro de los términos y condiciones reglamentarias, luego de lo cual me suministraron una ficha en la que se lee textualmente “Certificado de vacunación. MI VACUNA Covid-19. www.minsalud.gov.co”
Más adelante se dijo que además, era indispensable poseer y lo obtuve también, el “Certificado Digital”, a través de la plataforma Mi Vacuna, según instrucciones del Ministerio de salud. 

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De igual manera, me practiqué la prueba de diagnóstico molecular para el Covid-19, puesto que la PCR ya no es necesaria para este caso.
Así las cosas, con toda esa documentación en regla y por supuesto, con el resultado negativo de la prueba anotada, me presenté al 
aeropuerto El dorado a abordar el vuelo de UNATED de las 7: a.m. y la aerolínea autorizó el abordaje y chequeó las maletas con destino final París.
Vuelo programado con escala en Houston y Chicago.
Hasta ahí no hubo problema, pero cumplida la escala en Chicago, no me permitieron continuar aduciendo estar vacunado con SINOVAC (China), por lo cual no estaba permitido mi ingreso a Francia. 
La desilusión fue grande y el perjuicio inmenso, porque como consecuencia se perdieron las reservaciones, paseos, visitas y demás programas culturales y turísticos previamente contratados y pagados, todo ello confiando en que el Ministerio de Salud de Colombia supuestamente me había aplicado la vacuna correcta.
Pero resultó ser desafortunadamente la SINOVAC aunque públicamente se nos hizo creer que TODAS LAS VACUNAS servían por igual, sin restricciones de ninguna clase.
Fuimos engañados entonces por el gobierno, como por la aerolínea UNITED, la cual desde un comienzo aceptó la documentación y nos autorizó subir al avión e iniciar nuestro viaje con destino Paris, para luego arbitrariamente, a mitad del camino ordenar fueran bajadas las maletas e impedirnos abordar nuevamente para llegar a nuestro destino final.
Acompañado de mi hija desde Colombia, ella también se ha visto seriamente afectada y perjudicada por los inconvenientes presentados, viéndose igualmente, obligada a pernoctar en Chicago para al día siguiente continuar sola hasta la capital francesa con los consecuentes sobre costos e incomodidades. 
La única diferencia para ella poder continuar es haber recibido la vacuna Pfizer, que según parece es la que sirve.
En resumen, todo este viacrucis ocasionado por los celos políticos entre países a los que lamentablemente nos vemos absurdamente supeditados los ciudadanos que nada tenemos que ver; como por el descuido del Ministerio de Salud de Colombia y el abuso de la aerolínea americana UNITED.

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