Política

¿Qué proponen los candidatos en educación?

¿Qué proponen los candidatos en educación?

1) ¿Qué propone Rodolfo Hernández?

Calidad y cobertura es el primer criterio que se enuncia en el programa de Hernández en educación. En relación con la calidad, declara que tendrá en cuenta los “resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA)”.

 Al respecto se apoya en los porcentajes alcanzados en cada uno de los niveles para destacar las distancias con los demás países indicando que Colombia ocupó el último lugar, según la declaración de un medio periodístico. Pero en el documento de la OCDE se observa que, en 2018, en Lectura aparecen 24 países por debajo de Colombia; en matemáticas hay 9 países con resultados más bajos y en Ciencias, 20 países están por debajo de Colombia

Para reafirmar el “sombrío panorama” sobre la calidad de la educación se analizan también los resultados de la Prueba Saber 11, de 2020, concluyendo que “la gran mayoría de los colombianos no llega ni a la mitad del puntaje”. Respecto a la cobertura se señala que “al aumentarla se ha sacrificado la calidad”, situación agravada con la pandemia.

El panorama crítico que expone el candidato se extiende a la educación superior, pues tanto en calidad como en cobertura “tienden a empeorar”. Entre 2019 y 2020 la matrícula se redujo y solo el 39% de los bachilleres de 2019 pudo ingresar a una universidad en 2020. La cobertura es de 51,6%.

Paralelamente se llama la atención sobre “la falta de enfoque vocacional y funcional en la escogencia de las carreras respecto a las necesidades del país”. En el programa se identifican algunas “carreras preferidas por los colombianos” entre las que destacan la de Salud pública, que en Colombia no es propiamente una carrera universitaria sino un posgrado, sea Especialización, Maestría o Doctorado, si bien algunas instituciones universitarias ofrecen la carrera técnica en “Auxiliar en Salud Pública”.

Hay un listado de oficios para lo cual el programa señala que el país los requiere, entre ellos conductores de camiones, repartidores, personal contable y financiero, electricistas, carpinteros, albañiles, fontaneros, estucadores… El candidato es ingeniero civil y constructor de edificios.

Para afrontar los problemas de la calidad de la educación, el programa de Hernández reconoce que la formación de los docentes es determinante y una de las alternativas es promocionar “la carrera docente entre estudiantes sobresalientes”,  como lo han propuesto gobiernos anteriores y lo implementara Chile en décadas recientes.

Considera asimismo la “evaluación continua con retroalimentación (…) y reconocimiento a docentes con buen desempeño”, cuestión que ya existe en el país. A la formación de los docentes se agrega el mejoramiento de las infraestructuras físicas para “la jornada única con serio énfasis en el bilingüismo.” Y entre los niveles educativos destaca el de la educación media “vocacional” para el cual propone “enseñar oficios muy solicitados y que se hayan convertido en excelentes opciones de trabajo con alta demanda, de manera que aquellos jóvenes que no alcancen a entrar a la universidad, estén capacitados para ocupar las vacantes técnicas que hoy ofrece el mercado laboral”.

Para la educación superior ofrece la posibilidad de que todos los jóvenes cursen al menos el primer semestre de una carrera “y continuar siempre que alcancen un nivel mínimo exigido”. Y afirma que “el propósito es alcanzar una cobertura del 100% en educación superior” para lo cual “invertirá en la construcción de más centros educativos superiores, empezando desde las regiones más apartadas y pobres del país”. El pago del profesorado se hará a través de las regalías que reciben los entes territoriales y con “subsidios de matrículas a estudiantes”.

Finalmente, el programa de Hernández propone que el ICETEX pase a ser “una entidad que financie con préstamos a bajos intereses, solo la educación de aquellas personas que deseen estudiar en universidades privadas y/o extranjeras”. El programa de Hernández no hace referencia a la educación para la primera infancia, aunque el ítem H del programa se refiere a la “Política de infancia y adolescencia”, en el que se reiteran planes que otros gobiernos han promovido y que nunca se han alcanzado con plenitud.

2) ¿Qué propone Gustavo Petro?

El programa de Gustavo Petro está constituido por subcapítulos de carácter transversal y no a partir de las grandes áreas (educación, salud, trabajo…) por separado.

El eje que atraviesa el programa es el pacto histórico por la vida, la paz, el medio ambiente y la reivindicación de los derechos de las mujeres. Desde la primera página se plantea la necesidad de trabajar para expandir con “la capacidad de lo público el derecho a la alimentación, al cuidado y la educación inicial en el amor, el juego y el arte a la primera infancia y la niñez, el derecho a que los jóvenes puedan culminar el bachillerato como parte de una educación superior universal gratuita y de calidad a toda la juventud”.

Este plan es complementado con el fortalecimiento de “la investigación, la ciencia y la tecnología” a través del “desarrollo de programas de formación técnica, tecnológica, profesional y posgradual orientados a la transición energética…”

Para la formación en oficios calificados, técnicos y tecnológicos, el programa reconoce al SENA como la entidad con la capacidad para diseñar “currículos de programas técnicos bajo el concepto de módulos basados en las funciones productivas” y, en consecuencia, “certificará y reconocerá la capacidad para el desempeño de quienes aprueban programas ocupacionales completos”. Aclara que “se rescatará el sentido original del contrato de aprendizaje como mecanismo para la formación profesional, y no como instrumento de precarización laboral de los jóvenes”; es decir, compromete al SENA con los fines para los cuales fue fundado en la década de 1950.

El programa de Petro busca hacer de Colombia una “sociedad del conocimiento, el arte y la cultura”; ello implica fortalecer “el sistema de educación público” de tal modo que niños, niñas y adolescentes disfruten de la educación básica y media, “pertinente, incluyente, de calidad, participativa e intercultural” con el acceso de los jóvenes “a la educación superior pública gratuita, que les permita realizar sus sueños estudiando lo que quieran”.

 Estudiar lo que quieran quizás dependa de la calidad de la educación media, si logra constituirse como tal, según las pretensiones del programa. Asimismo se afirma que se erradicará “el analfabetismo estructural y funcional que tiene a millones de colombianos en la exclusión”.

El programa de Petro dedica diversos apartados al tema de la “primera infancia feliz y protegida” con el acceso universal y gratuito a través de un “sistema nacional de cuidado” que articula “la atención integral en la casa con la del jardín y las del sistema educativo”.

El programa distingue entre el grupo de 0 a 3 años con el “apoyo al cuidado en casa” y “la red de jardines infantiles” con iniciativas comunitarias vecinales. El segundo grupo, mayor de 3 años, es propiamente el de la educación inicial o preescolar que, progresivamente, alcanzará la cobertura universal. Anota que “a las jardineras y madres comunitarias, así como a los maestros y maestras de la educación inicial, se brindará formación permanente y condiciones de trabajo digno y decente”.

Se aborda también la “jornada extendida”, que compromete la adecuación de las infraestructuras físicas de los colegios cuyas actividades serán de carácter diverso para “fortalecer la formación integral de los niños, niñas y adolescentes a través de la oferta de propuestas en cultura, deportes, ciencias, educación para la ciudadanía y la reconciliación”, según las motivaciones y las expectativas de los estudiantes.

La jornada extendida es también una estrategia para la protección y la garantía de la alimentación balanceada, así como el derecho a usar los medios a través de la conectividad digital.

El programa de Petro propone que desde la educación “los currículos, prácticas pedagógicas y la organización escolar” se transformen reconociendo “la voz de los territorios y todas las diversidades regionales, de género, étnicas con participación de la comunidad educativa y de los gobiernos escolares”.

En esta perspectiva, el programa considera mejorar “la relación entre el número de estudiantes y el de los docentes, directivos y orientadores, de modo que se puedan mejorar las prácticas pedagógicas y de convivencia en la escuela”.

Finalmente, en las políticas para los jóvenes propone que los grados 10 y 11 constituyan “un tránsito real hacia y dentro de la educación superior” para evitar “el dramático abandono escolar de millones de adolescentes que llegan a 9º grado y son forzados por la desigualdad y la exclusión a no culminar el bachillerato porque tienen que trabajar o son reclutados por el multicrimen, y porque saben que no van a poder ingresar a la educación superior”.

Al respecto el programa reconoce el carácter diversificado de la educación media (se habla de “colegios de educación media”) y el tránsito hacia la educación posmedia, con las Normales, el SENA, los centros técnicos y tecnológicos y las universidades. Se crearán, afirma, nuevas universidades y sedes de las existentes con “pertinencia regional y sociocultural”.

En torno al ICETEX el programa declara que se liberará de las deudas a todos sus usuarios y el ICETEX “se especializará en financiar con préstamos sociales los estudios de pregrado y posgrado en el exterior.”

Fabio Jurado Valencia

Coordinador de la Red Colombiana para la Transformación de la Formación Docente en Lenguaje

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