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La congestión judicial en Colombia

La congestión judicial en Colombia

Con cerca de un 20 por ciento de casos que no pueden ser evacuados el mismo año que llegan y se van rezagando, y un inventario de procesos que a 2019 llegaba a 1’884.088, la congestión es uno de los mayores problemas de la justicia en Colombia.  

Hoy entre el 39  y el 59 por ciento de los casos que llevan los Magistrados son procesos viejos que no han tenido respuesta para el ciudadano, quien es finalmente el afectado. Y cada año se presentan cerca de 100 mil demandas cuyas pretensiones hoy ascienden a los 400 billones de pesos igual a una reforma tributaria. Terrible.

Las variables que influyen en esto son múltiples. Hernando Herrera Mercado, director de la Corporación Excelencia en la Justicia, explicó que el número de jueces de Colombia son una de las razones fundamentales de la congestión.

Y es que, con corte al 15 de febrero de este año, en Colombia había 5.488 entre Jueces, Magistrados de Tribunal y de Altas Cortes, lo que significa que para los 50 millones de colombianos, la tasa es de 11 jueces por cada 100.000 habitantes. En comparación, la Organización para la cooperación y Desarrollo Económico dice que el estándar óptimo es de 65 jueces por esa misma cantidad de personas.

Pero la poca cantidad de jueces no es la única razón de la congestión, dijo Herrera, quien agregó que “hay estudios que señalan que nuestro sistema procesal posee múltiples variables y posibilidades de interponer recursos ante el superior jerárquico en cada caso, lo cual hace que las actuaciones sean más demoradas.

Son muchos los factores que incrementan la congestión: la falta de jueces, el déficit de fiscales, el atraso tecnológico, el aumento de las denuncias y de litigiosidad (resolución de controversias esencialmente por la vía judicial), los frecuentes paros de la rama judicial, y hasta el coronavirus, van sumando retrasos en la judicatura. A esto se le suma la instauración de acciones de tutela, que se ha vuelto el mecanismo más ágil de acceso a la justicia, precisamente, ante el colapso de los tribunales.

El Consejo de Estado es una de las corporaciones más congestionadas de la Rama Judicial. Emite cerca de 9 mil fallos anuales, pero tiene en espera más de 15 mil asuntos. La demanda de justicia desborda a una corporación judicial de 31 magistrados.

Colombia tiene una tasa muy bajita de jueces, pero también hay que hacerle una censura a la Rama Judicial, porque países que tienen menos jueces como Chile, Brasil y Perú producen tres veces más sentencias y, en Estados Unidos, por ejemplo, los jueces producen hasta siete veces más fallos que en Colombia”, aseguró Hernando Herrera Mercado, director de la CEJ.

Hay soluciones posibles, entre ellas - (I)un aspecto es la alta litigiosidad, es decir, buscar resolver las controversias esencialmente mediante la vía judicial, sin acudir a los mecanismos alternos de solución de conflictos, a través de figuras como la conciliación,  de la amigable composición o de los Tribunales de Arbitramento.  En Colombia las entidades oficiales desde DRAGACOL mataron el tigre y se asustaron con el cuero.

El porcentaje de conciliaciones en Colombia es bajísimo. No creo que supere el 5 por ciento de los procesos presentados ante la justicia. (II) Otro aspecto obvio es la falta de jueces y personal calificado. Se requiere una adecuada dotación y un presupuesto importante. (III) Que los Magistrados a nivel nacional trabajen más y viajen menos y que las horas dedicadas a la cátedra se reduzcan para que estén más horas laborando en los despachos. Un Magistrado en Bogotá llega a su oficina a las 9 de la mañana antes no creo. Sale a las 10 a dictar clases lejos de su sitio de trabajo ya se le fue la mañana. Sale a almorzar, regresa al despacho a las 3 y se va a las 5. Los viernes viaja por la mañana a la provincia a las facultades de derecho para dictar cátedra en pregrado o posgrado, luego trabaja 4 días, reciben invitaciones permanentes del exterior y se van varios dejando los despachos acéfalos y los procesos quietos.

(IV) Es imperativo una reforma real a la justicia que se viene intentando hace más de 10 años. Se requiere una constituyente que la haga pues los intereses no permiten que se pueda realizar. (V) Jueces y Magistrados preparados intelectualmente. Aquí un estudiante sale de la universidad y ya lo nombran Juez sin ninguna experiencia. Obvio hay excepciones de jueces y Magistrados con capacidades extraordinarias y conocimiento del derecho excelente. Pero para ser juez de cualquier categoría en Colombia, se deberían exigir mínimo 10 años de experiencia en el litigio, que ejerzan la profesión, que conozcan la baranda y las afugias que pasamos los litigantes, para después sí poder juzgar. Y la magistratura a todo nivel debería ser la finalización de toda una carrera judicial o en el litigio y en la academia. Así es en los estados Unidos y nos llevan años luz.

Falta mucho por hacer y no lo estamos haciendo. La justicia sigue siendo la cenicienta de los presupuestos.

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