Opinión

Por: Luis Orlando Ávila Hernández

Por la edad del post púber que ante el Juez de garantías se mostraba ante las cámaras de Tv desafiante y vindicativo conocido como el Cabo de las FFMM colombianas presunto autor de la castración, tortura y asesinato de un líder social reincorporado de las extintas Farc–Ep en el Norte de Santander, pudiera concluirse que apenas le arriman unos cuantos orgasmos juveniles, antes de obedecer a la autoría de muerte sobre indefensos.

No obstante a ello, ha declarado (confesado) que sus superiores le ordenaron seguir

a Dimar Torres, y de paso, entre la patología de la normalidad que es la esencia del odio inculcado, odiarle.

El cabo Gómez, quizá sea el sujeto ficha de un experimento sociológico mayor, quizá ni siquiera el de la catedra de psicología de guerra de centros de pensamiento en universidades como la Sabana, la Sergio Arboleda, la Cooperativa, la Remington, la Javeriana, Los Andes o tan siquiera la Nueva Granada.

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El cabo Gómez, quizá sea solo eso: un sujeto ficha útil a la guerra.

Estructural, y eso ni siquiera su honesta familia lo sabe y por tanto no se lo harán saber nunca.

Algunos años antes, su par gringo Bradley Edward Manning (1987), soldado operativo manipulador de drones o vehículo no tripulado de combate aéreo UCAV, desde algún cómodo lugar en el estado de California, se enteró de lo mismo (el ser sujeto ficha) al mirar diariamente los cientos de miles de videos captados por las cámaras de alta resolución de sus drones manipulados en Iraq, Siria, Afganistán o Yemen, donde sin ninguna compasión estos dispositivos de inteligencia artificial de su ejército gringo, bombardeaban por igual niños en una fiesta infantil, mezquitas repletas en un matrimonio o reporteros de a pie de la agencia Reuters, inmisericordemente.

A diferencia del cabo Gómez, el soldado operativo Manning sin castrar a nadie, autónomamente decidió que existe un límite entre la obediencia ciega y el crimen contra indefensos.

Y lo decidió porque pesó más en su conciencia autocritica de la fe cristiana y los valores religiosos aprendidos en el hogar paterno materno, que los gritos vociferados televisados y calculados de criminales igualmente cristianos vestidos de senadores y parlamentarios aupándole a odiar, castrar y masacrar a nombre de ellos, ellas y elles dentro de esa bandola que llaman patria, con la cual se roban a la nación.

El soldado Manning, fue encarcelado y abandonado a purgar una condena de por vida por el Nobel de Paz, tras filtrar los videos de los drones en 2013, que no solo castraban sino que implosionaban cuerpos enteros de los miles de Dimar Torres en el medio oriente.

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El soldado Manning tras largos tres años y ante la presión pública, logró que el primer presidente negro y nobel de paz de USA, más por estrategia política que por humanismo, le liberase de la cárcel física pues la mental, ella misma ya la había logrado, al salir como la exsoldado Chelsea Elizabeth Manning (2017). 

Tal vez la castración/mutilación masculina femenina del indefenso/sa, tanto en los soldados y policías de los últimos siglos en Colombia como en algunas prácticas de nuestros abolengos prehispánicos, sea la representación totémica de penetrar o ser penetrado por el “otro/otra”: la libido frustrada.

Quizá sea algo más que el juego de roles freudiano, en medio de la necrofilia.

El cabo Gómez durante su juicio que quizá sea hábilmente ninguneado por TV, tal vez no se transgenerice durante lo que dure, porque en la lógica de la obediencia debida de la guerra colombiana, ni siquiera eso se le permite a los sujetos ficha.

Solo se les permite el purgar sus condenas en solitario, el morir de Leishmaniosis o el aún más ver morir en la pobreza a sus familias que les amaron y aman a pesar de la desgracia que les trajo la irracional obediencia debida.

Mientras tanto los chamanes supra industriales o los chamanes cristiano católicos de la política colombiana que les inculcaron (ordenaron) totemnizarse, seguirán buscando jóvenes impúberes entre la pobrería que ellos mismos utilitariamente crean bajo sus gobiernos de la Confianza Inversionista y de Seguridad Democrática, para perpetuar la muerte entre los más pobres y consolidar sus tierras y su emprendimiento, legalidad y equidad en su gobierno de bellacos.

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PD: a medianoche del 3 de mayo, tras asistir este columnista al delicioso poemario de a Alaluzpublica.com en la Biblioteca Darío Echandia, raudamente desde la carrera segunda de la 11 a la 10ª y por esta hasta la carrera 1ª, en contravía, (grabado queda en las cámaras de Gobernación, Conservatorio y de la U Cooperativa) un automóvil blanco tipo zapatico y una camioneta blanca en sentido contrario, hacían gala de lo que en otras épocas se conoció como el “paseo blanco” del ex coronel de la policía y ex secuestrado Mendieta en los llanos orientales.  Cualquier percance o esquirla sobre los sesos, los testículos o el pene, según el fiscal que investigue, del autor de esta nota, solo es dable en una ciudad donde hasta los socialistas se reúnen con el fascismo en boga para el emprendimiento, la legalidad y la equidad.