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Alta calidad y matrícula 0

Alta calidad y matrícula 0

66 años después de su creación, la Universidad del Tolima logró la acreditación de Alta Calidad del Ministerio de Educación. Ha sido un largo camino. El alma máter por excelencia de los tolimenses ha sido una de las claves en el desarrollo académico y cultural del departamento; sin embargo, presa de los apetitos burocráticos y de la natural crisis de la educación superior en el país, debido a la falta de recursos y al poco compromiso del gobierno nacional con las universidades públicas, la UT entró en una crisis que amenazó su futuro. 

Es claro que la acreditación es el resultado de las dinámicas de todos los estamentos de la universidad. Profesores, estudiantes y administrativos tienen razones de sobra para sacar pecho. Pero también tiene razón el gobernador Óscar Barreto en adjudicarse parte del triunfo. El martes 21 de julio trinó: “Es un sueño hecho realidad, lo tuvimos siempre en el consejo directivo que presidí y se logró”. Pese a la oposición que se le ha hecho desde algunos sectores de la universidad, la inyección de recursos y el respaldo a la gestión de Omar Mejía (aunque también hubo encontrones), permitieron emprender un camino alternativo. ¿Que hay cuotas políticas? La respuesta es sí. Siempre ha habido. La diferencia es que la alta calidad la lograron estas cuotas, no las anteriores, que aún están en el centro de investigaciones por manejos que no están claros. 

La crisis financiera parece superada, en pocos días saldrá al aire la emisora FM, están proyectados y financiados nuevos edificios y la investigación está pasando por uno de sus mejores momentos. Es claro que aún hay problemas, que no hay suficientes profesores de planta, que los catedráticos llevan buena parte del peso académico sin tener asegurada su estabilidad laboral, que se requieren más inversiones en infraestructura y laboratorios, pero el camino está trazado y los que logran coronar la cima, son los que gozan. Así que el triunfo también es institucional y también es de Barreto.

Y si la noticia no fuera suficiente, ayer, el gobernador Ricardo Orozco anunció matrícula cero para el semestre B 2020. En medio de la crisis económica, este anuncio, que se suma al de otras universidades como la Distrital en Bogotá, llena de esperanza a los estudiantes cuyo panorama era oscuro. Sin muchas posibilidades de conexión y sin poder trabajar, la gratuidad del semestre permitirá afrontar estos tiempos duros con mayor optimismo. No faltará el que diga que es una maniobra política. Y claro que lo es. Pero son maniobras políticas de las que buscan el bienestar de las comunidades, de las que buscan garantizar los mínimos derechos a un pueblo que no está recibiendo buenas noticias por estos tiempos. Esas son las maniobras políticas que necesitamos.

Quizá por eso saludo la propuesta de Germán Sánchez, columnista de El Nuevo Día y profesor de la Universidad del Tolima, en el sentido de una noticiatón que llene de optimismo a la gente. Los medios de comunicación locales, impresos, radiales, digitales y televisivos, harán una jornada para destacar eso que a veces olvidamos entre la sangre y el horror de los malos días: que aún tenemos humanidad, que aún hay gente trabajando por los demás, que existen cosas que vale la pena resaltar más allá de las tragedias cotidianas.

Las noticias positivas de la Universidad del Tolima se adelantaron a la noticiatón del 7 de agosto. Ojalá el espíritu de la propuesta se mantenga no sólo ese día, sino todos los que faltan en estos tiempos oscuros. 

  • Por: Carlos Pardo Viña, Escritor y periodista
 

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