Análisis

La 'inocente' Caperucita Roja del Tolima, frente al lobo feroz de Gaviria

La 'inocente' Caperucita Roja del Tolima, frente al lobo feroz de Gaviria

Días antes de iniciarse la convención del partido Liberal colombiano, ya se había reelegido al expresidente César Gaviria Trujillo, como director único de esa colectividad, dentro de los conciliábulos y triquiñuelas comunes en estos eventos para nombrar sus cuadros directivos.

Esta asamblea tuvo además como ingrediente, que se hacía en forma virtual, lo que le permitía manipularla desde el control del computador a quién sí y a quién no, de dejaba hablar.

Los delegados eran unos invitados de piedra.

Fue un certamen antidemocrático desde todo punto de vista: no hubo análisis, debates, ni discusiones, todo estaba cocinado de antemano. Y, además, no se esperaba nada trascendental de una reunión tan maniatada a su Director Único. Así se había planteado y concebido  la convención nacional Liberal del pasado sábado 15 de agosto.

Tal y como estaba programado, el plato fuerte de la convención fue el expresidente Gaviria, quien se fue lanza en ristre contra el presidente Duque. Criticó su política económica, los ataques a la Corte Suprema de Justicia para defender a su mentor Uribe, el desmembramiento del proceso de paz con las Farc, sus acciones para enfrentar la pandemia, además de esos ataques al gobierno Duque, Gaviria defendió a la JEP, pero también  lanzó dardos contra Sergio Fajardo y el ministro Carrasquilla y dijo que el gobierno uribista  estaba creando una política autoritaria y antidemocrática.

Estos, entre otros, los banderillazos al gobierno Duque.

Los planteamientos de Gaviria sirvieron para dorar la píldora de los críticos al interior de su partido, como en el caso del Tolima, donde algunos de sus dirigentes agacharon la cabeza y con alborozo exaltaron la jefatura única de Gaviria, según se desprende de la intervención que hizo el Representante Ángel María Gaitán en la convención virtual, y de las declaraciones que posteriormente dieron al diario El Nuevo Día, el propio Gaitán, Olga Beatriz González y el diputado Carlos Reyes, quienes creen que ese discurso despeja el camino para la conformación de un movimiento amplio de centro izquierda que le cambiará el rumbo al país.

¿Se creyeron el cuento de Caperucita Roja con el lobo feroz de Gaviria?

Con esta postura, los dirigentes regionales del partido Liberal en el Tolima, no sólo contradicen la actitud que tomaron en las elecciones del 2018, cuando se rebelaron contra la decisión de Gaviria de apoyar a Duque, sino que la gran mayoría de la divisa roja votó por Gustavo Petro; también se olvidan de los compromisos y los intereses personales que el expresidente mueve por debajo de la mesa con el actual gobierno.

Estos son algunos ejemplos de esa política de doble moral que práctica el Director Único de ese partido: la traición a los principios liberales al apoyar a Duque en la segunda vuelta, que lo convirtió en un alfil de la pandilla que el establecimiento enfrentó a la candidatura popular de Petro, y como pago del servicio, tenemos el nombramiento de la esposa o exesposa en la Embajada de Egipto, las excelentes relaciones de sus hijos María Paz y Simón, que suena para altos cargos en el gobierno del Centro Democrático; pero más grave aún, es ese entendimiento soterrado y sórdido que existe entre la mayoría de la bancada liberal (gavirista), el CD, el partido conservador, la U, Cambio Radical y los demás movimientos que apoyan al gobierno, para votar leyes en el Congreso que afectan los intereses de la masas populares, y para pactar acuerdos burocráticos en la elección de altos funcionarios del Estado, como la reciente elección de Carlos Camargo, como nuevo Defensor del Pueblo y la que se acerca con la elección del nuevo Procurador o Procuradora.

Estos hechos nos dan a entender que el Director Único del Partido Liberal no es parte de la solución sino del problema. Y raya con el cinismo.

Ante esta situación, diversas opiniones en este momento consideran imposible un acuerdo para la conformación de un frente amplio de la centro izquierda con figuras como César Gaviria, quien representa intereses definidos de la oligarquía colombiana y del corrupto establecimiento.

Sin embargo, en el liberalismo del Tolima existen figuras jóvenes como Camilo Delgado y César Picón, que se pronuncian por cambios y renovación del liberalismo a nivel nacional y de la paquidérmica dirección liberal del Tolima, que pueden ofrecer cosas distintas a las que hoy tiene ese partido.

Pero como en política todo puede suceder, y nada es de extrañar, esperemos que corra el tiempo para constatar qué rumbo toma, el hasta ahora, enclenque partido liberal.

De lo que sí estamos seguros es que el Lobo Feroz se come a Caperucita Roja. 

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