Un llamado a la empresa Claro hizo Carlos Hernández para que no interpreten a su acomodo el decreto presidencial 555 del 15 de abril del 2020 en materia de suspensión de servicios públicos, en especial internet. 

La queja la puso ante este medio de comunicación por el hecho sucedido en su hogar el pasado jueves 14 de mayo cuando sus hijos no tuvieron la oportunidad de tener clases virtuales, la sorpresa fue mayúscula al darse cuenta que le habían suspendido el servicio de internet con menos de 30 días de no pago de la última factura. 

Hernández dijo además que nisiquiera al celular le llegó el aviso recordatorio de pago de esta obligación como ocurría antes de la emergencia económica, ese descuido lo llevó a salir de casa a pagar el recibo en una de las sucursales y esperar que reconectarán el mismo. 

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Preguntó a los empleados de Claro y su respuesta evasiva en donde al parecer facturación es una isla independiente de ventas o servicio al cliente, lo llevó a estar más de dos horas en la calle  indagando sobre el tema. 

A Lino Ruiz lo llamaron por teléfono a ofrecerle un paquete adicional en promoción de 25 canales. Hablaron con él 15 minutos. Su sorpresa fue mayor cuando al siguiente mes le llegó en la factura ese sobrecosto de 25 mil pesos. Llamaron a la compañía y vuelve el síndrome del archipielado. Todos son unidades de negocios independientes. 

Le toco pagar ese excedente porque los mensajes de texto empiezan a llegar como moroso. Una vez cancelado recibió otra llamada millonario, este sábado le ofrecían nuevamente el paquete de servicios. Ya con temor porque no tienen un verdadero control decidió suspender la llamada de manera brusca y coger la camándula, esperando esa llamada no lo lleve a pagar otros 25 mil pesos este mes.