La decisión de la Administración Municipal de Ibagué de no contratar espectáculos con pirotecnia para la celebración del Festival Folclórico Colombiano, ha generado preocupación en la Federación Nacional de Pirotecnia (FENALPI), que agrupa a más de 25.000 familias entre pirotécnicos formales y artesanales del país.

La Alcaldía de Ibagué para las actuales festividades decidió prohibir el uso de pólvora en todas sus manifestaciones. “Habrá cero uso de pólvora en estas fiestas con la finalidad de proteger la ecología y evitar trauma a las mascotas…ningún evento de la Administración se hará con pirotecnia”, fue el anuncio de la Alcaldía.

Ante esta medida, Fenalpi ha expedido un comunicado en donde además de exponer su punto de vista sobre la decisión tomada por la Alcaldía, explica a manera de aporte sobre las preocupaciones que existen tanto en la administración municipal como la población sobre las afectaciones de la pirotecnia al medio ambiente, los animales y la salud.

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Tradición artesanal

En primer lugar, aduce Fenalpi que la pirotecnia es una tradición artesanal que con el paso del tiempo se ha convertido en una identidad cultural para campesinos, trabajadores y espectadores, los cuales ven en esta labor, un sustento económico y un espacio de alegría y belleza para sus familias.

“Como gremio consideramos que desincentivar la pirotecnia en el marco de una celebración tan importante como el Festival Folclórico Colombiano, sería quitarle parte de la magia a un evento que representa las tradiciones y la cultura de los colombianos”, afirma el gremio de los polvoreros reunidos en Fenalpi.

Sobre las consecuencias que trae el uso de la pólvora, Fenalpi aclara que “la evidencia científica indica conclusiones contundentes en relación a la afectación animal de mascotas. De acuerdo a diferentes estudios (Bowen, 2015; Storengen, 2015; Kurachi, 2019), más del 50% de los perros no se afectan por la pirotecnia, 35% se afectan de manera leve y sólo entre un 15%- 5% lo hacen gravemente”.

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Agrega Fenalpi que “Esta minoría de perros, presentan condiciones pre-existentes de socialización incorrecta a sonidos súbitos, que no solo se manifiestan hacia la pirotecnia, sino hacia disparos, tormentas, sonidos de construcción, aviones y hasta licuadoras. En esta medida, estos sonidos pueden generar más afectación que la que genera la pirotecnia, ya que ocurren de manera constante”.

Uso controlado

En ese sentido Fenalpi afirma que la medida tomada por la Alcaldía es un “castigo desproporcional hacia la actividad” y por ello invita a un diálogo con la Administración local de Ibagué, para que, “a través de comprender el problema desde la evidencia disponible, se puedan desarrollar otras estrategias de mitigación menos radicales, de carácter innovador, que no involucren la prohibición de nuestra actividad y la represión de esta expresión cultural ancestral”, concluye.

Finalmente y a manera de recomendación dice Fenalpi que “Estrategias probadas como encubrir los sonidos súbitos con música, escoger correctamente los lugares de realización en función de su población humana y animal, y apelar a productos con frecuencias bajas, son estrategias efectivas para mitigar tales afectaciones. Por último, cabe recalcar que la pirotecnia no es en sí misma la causa de la afectación, sino más bien, la poca familiaridad de muchos animales hacia ella”.