No iba a ser fácil la permanencia del abogado Edilberto Pava en el gabinete del alcalde Andrés Hurtado. Existían diversos hechos en el entorno que ponían en tela de juicio una continuidad que le permitiera un desempeño tranquilo en el ejercicio de sus funciones como secretario de Desarrollo Social, sobre todo en un momento de tanta responsabilidad y tensión por la situación que se vive por cuenta de la emergencia sanitaria.

Alguien dijo que era inexplicable que el excontralor Pava al haber aceptado ingresar al gobierno municipal, no hubiera medido el nivel de escándalos o críticas con las que iba a tener que cargar. Pero lo más grave de ello, es que habiendo sido contralor departamental reciente, no hubiera medido ese impacto que su nombre iba a generar y que de paso le iba a causar un desgasta al propio alcalde Hurtado.

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Pava Ceballos había sido contralor del Tolima en el gobierno del hoy exgobernador Óscar Barreto, también fiscalizó al actual alcalde Hurtado cuando este se desempeñó como secretario de Infraestructura del departamento, Pava en su calidad de Contralor fiscalizó también a la hermana del hoy alcalde Hurtado, cuando fue alcaldesa del municipio de Lérida. Aparte de ello, cuando han transcurrido menos de cuatro meses de haber dejado el cargo de Contralor, empiezan a señalarle el opaco desempeño que allí tuvo. Un ejemplo de ello, la denuncia que precisamente el actual Contralor Departamental hizo este lunes sobre el ‘Elefante blanco’ del terminal de transporte en Carmen de Apicalá y del cual Pava nunca dijo nada, cuando era su responsabilidad, y así seguramente vendrán otras denuncias.

Es decir, Edilberto Pava tenía todos los argumentos para no haber aceptado el cargo en la Alcaldía y así le había evitado otro desgaste en la imagen de Hurtado.